Palou, un pionero con un palmarés sin precedentes

INDY CAR

El piloto catalán hizo historia en el deporte español al proclamarse campeón de la IndyCar por cuarta ocasión

Alex Palou celebra su victoria junto a su equipo.
Alex Palou celebra su victoria junto a su equipo.

El piloto catalán Alex Palou, del equipo Chip Ganassi, hizo historia al proclamarse campeón de la IndyCar por cuarta vez, poniendo el broche a una temporada en la que también se convirtió en el primer ganador español de la historia que vence en las míticas 500 Millas de Indianápolis, ya como pionero en el “motorsport” nacional, siguiendo el paso de muchos, tanto en las cuatro como las dos ruedas.

Palou se proclamó campeón con un tercer puesto en el Gran Premio de Portland y con dos carreras aún en el calendario, una conquista que dejó casi finiquitada con su dominio total en Laguna Seca hace dos semanas. El catalán iguala los tripletes de Ted Horn (1946-48), Sébastien Bourdais (2004-07) y Dario Franchitti (2009-11) y los cuatro trofeos de campeón de Bourdais, Franchitti y Mario Andretti. En el palmarés histórico, el español se queda detrás solo de los siete títulos de A.J. Foyt y los seis de Scott Dixon.

Sumó su cuarta corona en una temporada más mágica que las anteriores, ya que el pasado mes de mayo pudo beber la leche -el champán de la competición y símbolo de gloria- en el cajón más alto del podio de las 500 Millas de Indianápolis. Esta mítica prueba era su obsesión, en otro gran paso rumbo a su cuarto título. Y esa victoria sirvió para mucho más que para engrosar un palmarés, ya que ser el primero en lograrlo suele ir de la mano con marcar el paso de futuras generaciones.

Variantes

Palou, que ha coqueteado en más de una ocasión con la Fórmula 1 aunque su oportunidad no terminó de llegar -y no la ha necesitado-, seguro es el heredero del éxito que otros han logrado en los primeros bólidos de una F1 que nació en 1950. El primer español en subirse a un monoplaza en el Mundial fue Francisco Godia, el considerado mejor piloto nacional hasta la llegada de Fernando Alonso, al disputar 13 carreras y dos cuartos puestos.

También tuvo su protagonismo Alfonso de Portago. Apenas participó en cinco Grandes Premios, pero Enzo Ferrari confió en él para subirle a su “Cavallino Rampante” y logró el primer podio en la F1 de un español, en el Gran Premio de Reino Unido de 1956. Aunque cuando se habla de pioneros en esta categoría, el gran nombre es el de Fernando Alonso. El asturiano fue bicampeón del mundo en 2005 y 2006 a los mandos de su Renault, y logró enganchar a todo un país al televisor para ver un deporte sin apenas tradición en el país. Ver a “El Nano” los domingos a la hora de comer se convirtió en tradición en los hogares españoles.

Palou tiene muchos espejos en los que mirarse, en diferentes disciplinas del motor, pero el catalán ya está construyendo un legado inspirador, en un campeonato, la IndyCar, que solo unos pocos se atrevieron a adentrarse. Y está dejando huella.

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