El sueño, una pesadilla

La selección española cae en la final de la Copa Confederaciones ante la Brasil de Neymar, que ya mandaba a los dos minutos de partido

Brasil, el equipo más laureado de la historia, conquistó en su templo de Maracaná al ritmo de un nuevo líder, Neymar, su cuarta Copa Confederaciones cerrando el ciclo glorioso de la selección española, que mantuvo la grandeza pese a la derrota.

Roberto Morales

Publicado: 01 jul 2013 - 03:14 Actualizado: 10 feb 2014 - 23:32

Neymar celebra el primera gol de Brasil, con Casillas batido. (Foto: SRDJAN SUKI)
Neymar celebra el primera gol de Brasil, con Casillas batido. (Foto: SRDJAN SUKI)

Brasil tenía estudiada a la perfección a España y salió a por ella. Al arrancar el partido, el primer tanto ya lo había marcado Maracaná. Sin cumplirse el minuto dos. Con la salida en tromba esperada. Un centro desde el costado derecho de Hulk, un salto mal medido de Piqué y Arbeloa, el rechace fue un regalo del cielo a Fred que desde el suelo superó por alto a Casillas.

España estaba nerviosa. Superada. Desajustes defensivos. Pérdidas en la salida de balón, anulados por la presión asfixiante del rival. Afrontaba el más difícil todavía. El sueño se tornaba en pesadilla. Por primera vez comenzaba con todo en contra una final.

Los brasileños plasmaban sobre el césped el planteamiento perfecto de Scolari. Atacaban directos. Eran puñales en los costados. En pleno desconcierto perdonaba Óscar. A los ocho minutos, con todo a placer desde el punto de penalti, no encontró el arco. A los 12, Casillas salvaba el segundo a un balón picado de Paulinho y a los 32 reaparecía su gen de salvador en un mano a mano ante Fred.

Brasil llegaba fácil y en oleadas. Los errores costaban caros. Eran ocasiones brasileñas. Jordi Alba fallaba un pase y la jugada acababa en segundos en Fred. Brasil no se lo pensaba para evitar que España dominase. A su ritmo llegó la gran ocasión para Pedro. A la contra, Mata le dejó solo, encaró a Julio César, le superó con su disparo y cuando se celebraba el tanto del empate apareció David Luiz para evitarlo bajo los palos.

Restaban cinco minutos para el final del primer acto. Un punto de inflexión para levantarse. Neymar lanzó una pared y a en carrera soltó un latigazo a la red. El 2-0.

Nada más volver del descanso, llegó la sentencia. Otra vez a los dos minutos de comenzar. Hulk rompió en velocidad, Neymar la dejó pasar en un gran gesto y Fred definió ajustado al poste.

Ni de penalti

Del Bosque buscó la reacción con Navas. El primer balón que tocó provocó un penalti de Marcelo. Un punto negro de esta España. Habían fallado 9 de 22 lanzamientos. Villa en el banquillo. Ramos asumió la responsabilidad y falló el décimo. Cruzó su disparo y acarició el poste.

La final estaba perdida y había que evitar el ridículo. Brasil no iba a frenar. Tenía un mensaje de dominio que lanzarle al mundo. Y España mantuvo la grandeza del campeón para caer atacando. Con Iniesta chutando, Pedro y Villa, pese a jugar ya en inferioridad numérica por la expulsión de Piqué.

Mientras, temblaba la grada al ritmo de 'soy brasileño con mucho orgullo y amor'.

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