Uno de los detectives de Método 3 detenido matiza que no sabe si Camacho encargó la grabación

El abogado de Alex Borreguero, uno de los detectives detenidos en el marco de la trama de espías en Cataluña, ha matizado este martes que su cliente no aseguró en su declaración ante la Policía que la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, encargase la grabación de su encuentro con la expareja de Jordi Pujol i Ferrusola.

En declaraciones a Rac1, ha subrayado que Borreguero 'no ha dicho que Camacho estuviera al tanto del operativo', sino que, cuando instaló la grabadora, él creía que la dirigente popular sabía que se iba a grabar su conversación.

Según informaron fuente de la investigación, Borreguero y su compañero Julián Peribáñez -también detenido acusado de revelación de secretos- reconocieron a la Policía haber hecho la grabación del encuentro siguiendo órdenes de sus superiores.

El abogado del detective, Rubén Romero, ha admitido que su cliente puso la grabadora dentro del centro de flores, y que esperó junto a otro detective a que acabará el almuerzo para recuperarla.

Sin embargo, ha subrayado que lo hizo creyendo que Camacho era conocedora de la situación y que fue al restaurante a entregar las flores 'con naturalidad' pensando que iba de parte de la líder del PP catalán.

Romero ha explicado también que cuando el 'superior' de Borreguero -que cree que en ese momento era Elisenda Villena- le encargó la grabación del encuentro, él propuso que fuese Camacho quien llevase la grabadora.

Sin embargo, esa posibilidad fue descartada por su superior alegando que la dirigente popular no podía cargar con la grabadora 'porque se pondría nerviosa y seguramente no lo grabaría'.

ERA UN BECARIO

El abogado ha mostrado su sorpresa por la detención de Borreguero 'porque no hay ningún indicio de que haya cometido ningún delito', y ha explicado que por entonces su cliente tenía alrededor de 20 años y ejercía funciones de becario en la agencia Método 3.

'Él no es detective, es informático', ha precisado Romero, que ha explicado que su cliente trabajaba como mensajero de la empresa y que incluso le encargaron ir a comprar a un bazar el florero en el que se instaló la grabadora.