Se prohíbe por ley servir bebidas azucaradas y bollería en los comedores escolares

El Gobierno ha dado luz verde a una nueva ley que busca revolucionar la alimentación en los colegios. En un intento por mejorar la salud infantil y reducir las desigualdades, se ha aprobado un real decreto que prohíbe la venta de bebidas azucaradas y bollería industrial en las máquinas vending y cafeterías de los centros educativos. La idea es garantizar que todos los estudiantes, sin importar su situación económica, tengan acceso a menús más saludables y equilibrados.

Una dieta más saludable y variada para los niños

La nueva normativa pone el foco en servir frutas y verduras frescas, legumbres, pescado y carne de calidad, al tiempo que limita los alimentos ultraprocesados, los platos precocinados y las frituras. En palabras de la ministra de Educación, Pilar Alegría, se trata de ofrecer a los estudiantes “una alimentación mucho más nutritiva y variada”. Además, el Gobierno asegura que esta medida reducirá las desigualdades en salud, garantizando una alimentación saludable para todos los niños, independientemente de su clase social.

Comida de calidad en todos los colegios

Una de las novedades más destacadas es que todos los comedores escolares deberán ofrecer entre 1 y 3 raciones de pescado a la semana, algo que en muchos centros aún no se cumplía. Según un informe reciente, 1.200 comedores escolares en España no servían pescado con regularidad. También se establecen otras pautas, como ofrecer al menos una ración semanal de legumbres y cereales integrales, y destinar un 5% del gasto a productos ecológicos.

Platos precocinados, limitados

Otro de los cambios importantes es que los platos precocinados, como pizzas y empanadillas, estarán limitados a una vez al mes. Las frituras que se preparen en el día podrán servirse solo una vez a la semana, y se recomienda usar aceite de oliva o aceite de girasol alto oleico para su preparación.

Azúcar y grasas, bajo control

El decreto también establece límites estrictos sobre el contenido de azúcares, grasas y sal en los productos que se venden en los colegios. Se prohíbe la venta de productos que superen los 5 gramos de azúcar por porción y se fijan límites energéticos en los alimentos de las máquinas vending, con un máximo de 200 kilocalorías por porción. Además, las grasas no podrán superar el 35% del valor energético, y las grasas saturadas no podrán exceder el 10%.

Beneficio para la economía local y el medio ambiente

Además de mejorar la salud de los estudiantes, la nueva norma también tiene como objetivo apoyar a los productores locales. Se priorizarán los productos de temporada y de producción ecológica, lo que beneficiará a los agricultores y ganaderos del país. Se espera que este modelo también tenga un impacto positivo en el medio ambiente, fomentando una alimentación más sostenible.

Un paso importante en la lucha contra la obesidad infantil

Esta nueva normativa es parte de la estrategia del Gobierno para reducir la obesidad infantil en España, un problema creciente en el país. El real decreto se alinea con el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil 2022-2030, y pretende asegurar que todos los niños tengan derecho a una alimentación adecuada, independientemente de su entorno socioeconómico.

En resumen, con esta medida, el Gobierno busca dar un giro completo a la alimentación escolar, apostando por un futuro más saludable, sostenible y equilibrado para las nuevas generaciones.