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El río Tajo cuyo caudal ya puede superar los 1.000 metros cúbicos por segundo (m3/s), derrumbó esta madrugada el puente romano de Talavera de la Reina. Este era el más antiguo de la ciudad y el hecho fue calificado por su alcalde, José Julián Gregorio, como 'un día terrible para la ciudad'.
Esta pérdida patrimonial para la ciudad pudo ser mayor al tratarse de una vía de paso constante para los talaveranos, pero fue cerrado como medida preventiva, al paso de peatones desde que se registró el aviso de umbral rojo la semana pasada.
Esta mañana, el alcalde de la localidad afirmó ya está pidiendo ayuda a las administraciones públicas para abordar la reconstrucción de este emblemático puente; tanto a Junta, como a Diputación y al Estado "porque este puente debe abrirse de nuevo a los ciudadanos, cuanto antes".
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que había cancelado su visita a Maqueda visitó Talavera acompañado de Paco Núñez, presidente del Partido Popular de Castilla la Mancha.
En el lugar de los hechos, Ñúñez Feijóo exigió que España cuente con un Plan Nacional del Agua que contenga infraestructuras hídricas e hidráulicas, dejando de lado 'planteamientos ideológicos maximalistas' dado que la prioridad es "estar preparados con infraestructuras adecuadas para evitar daños, la pérdida de vidas e impactos patrimoniales muy importantes".
Alegando revisar "políticas equivocadas", el líder popular señaló que Talavera de la Reina es un símbolo de las inundaciones que ha sufrido España en las últimas semanas.
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