Carlos Doval Esperanza, el bancario que fue detective

Se nos fue este amigo al que conocí cuando ambos estábamos en Caixa Ourense en los tiempos en que la entidad se llamaba Caja de Ahorros Provincial de Orense, tutelada por la Diputación Provincial y dirigida por Ricardo Martín Esperanza, que luego devino en Caixa Ourense.

Poco después de su ingreso en la entidad de ahorro, Carlos se licenciaba en Criminología y fundaba una agencia de detectives privados en esta ciudad, que tuvo gran eco en la ciudad y una de las primeras de la especialidad que empezó a operar entre nosotros.

A Carlos, que acaba de morírsenos de un modo sorpresivo pasados los 70, le recordaremos como ese excelente compañero que tenía entre sus aficiones un amor por los animales que le hacía seguidor de los programas televisivos, primero de Fauna, de Félix Rguez. de La Fuente, después de esos de National Geography o de tantos y tantos que ilustran ese prodigioso mundo faunístico; aunque su pasión especial era todo lo referente a los caballos.

Pasión por el dibujo

Le recordaremos también por su pasión por el dibujo y la pintura tocando diversos estilos. De unas obras que nunca expondría porque reservado al ámbito privado al que la discreción lo inclinaba la cual presidió su vida familiar con Isabel Ferro, muy estimada en nuestra familia, y sus tres hijos, Isabel, Lorena y Carlos, que lloraban a un irrepetible y bondadoso padre, y abuelo de sus tres muy queridos nietos.

La discreta popularidad de Carlos congregó en sus exequias, además de a familiares, a una gran concurrencia de amigos y excompañeros que acudieron a dar su pesar en el tanatorio y en los funerales celebrados en la parroquial de Salesianos.

El más que compañero, amigo Carlos, deja el legado como buen padre de familia, compañero, fundador de una de las más destacadas agencias de detectives de la ciudad, un halo de cierta fina ironía con sus próximos y un pasar por la vida de modo discreto.

Amigo Carlos, en ese otro mundo al que la naturaleza nos condena, te imaginamos cual investigador tras una pista, que va desgranando los misterios que se encuentra a base de hábiles preguntas cargadas de ironía no exenta de inteligencia.

Y con esto nos quedamos de ese hombre que llevó la discreción como divisa.