Pablo Gimeno, escritor: “Si Barreiros fuera norteamericano, tendría 7 películas en Hollywood”

Pregunta.¿Cómo surge la idea de escribir esta obra?

Respuesta.Este no es mi primer libro sobre los Dodge españoles. Hace ya unos cuantos años, escribí junto a mi amigo Ramón Roca otro libro sobre este tipo de coches y tuvo mucho éxito, cosa que no esperábamos, porque se trataba de un coche minoritario. A raíz de esa obra, la Fundación Eduardo Barreiros siempre tuvo la idea de hacer un libro similar, y es que la gente siempre les consultaba acerca de la información tenían sobre los Dogde o qué libros había sobre el tema, y lo cierto es que no había prácticamente nada. Fue por ello que me contactaron y decidimos poner en marcha este libro.

P.¿Qué cualidades escondía el Dodge español?

Es un vehículo que aún hoy en día puede adaptarse a los estandares de conducción

R.El Dodge tenía muchas cualidades. Una de ellas era la imagen. Fue un coche que estuvo muy por encima de toda la producción nacional de la época en lo referente a la estética. También destacaba su fiabilidad y comodidad, y es que mecánicamente estaba muy por encima de los automóviles que se fabricaban en España. Es un vehículo que aún hoy en día puede adaptarse a los estandares de conducción, ya que puede circular a 120 kilómetros por hora sin forzar lo más mínimo el motor.

P. El propio Barreiros se tomó como un reto personal el fabricar este tipo de vehículo en España. ¿Qué secretos esconde esta historia?

R.Bueno hay que aclarar que Barreiros no comenzó fabricando vehículos. Primero se dedicó a convertir los motores de gasolina en motores de gasóleo, más abundante y económico. También produjo motores propios, camiones y tractores. Y lo que le quedaba por fabricar era el automóvil. Para el automóvil necesitaba una alianza con algún grupo industrial importante porque el automóvil ya no es que sea más o menos complejo que un camión, es que por cada camión, se fabrican 50 automóviles. Buscó posibles socios y al final se alió con el fabricante americano Chrysler, que en esos momentos deseaba tener una presencia importante en Europa, tal y como tenían General Motors y Ford. De esta forma, Barreiros cumplió su sueño de tener una gama completa de productos, desde motores industriales, a tractores, camiones, y automóviles.

P. Pero esta apuesta también supuso un varapalo profesional. La situación económica de España y el elevado precio del Dodge hicieron que tuviera muy poco mercado.

R.El Dodge era un coche de difusión limitada, no hacía falta ser especialista en marketing para saberlo, pero a Barreiros le hacía mucha ilusión por la puerta grande en el mercado a través de la producción de un coche de alta gama. Lo que pasó es que fueron demasiado optimistas con las ventas. Pensaba que serían un coche de difusión limitada, pero por limitada entendían unas 20.000 ventas al año, y finalmente el mejor año no alcanzó ni las 8.000 ventas. A ello hay que sumar todo lo que había invertido para comprar los elementos de producción del vehículo en Estados Unidos y que dejaron un capital inmovilizado de mucho valor. Pero, por otro lado, es curioso que a pesar de no ser un éxito económico, la mayor parte de la gente siga recordando a Eduardo Barreiros por el Dodge. Es la fuerza de la imagen.

P. Aunque no triunfó en ventas, sí que fue un coche con mucho éxito entre la clase política de la época.

R.Así es. El Dodge cumplió con ese papel de dotar de un coche español de prestigio a la clase política de la época. Antes de 1965 las autoridades de la época viajaban en Cadillacs y otros vehículos de fabricación extranjera. Pero tras la llegada del Dodge, las grandes personalidades españolas presumían de los coches de lujo fabricados en España. También fue un vehículo que adquirió cierto grado de representatividad en el cine, ya que era el coche de la gente rica y poderosa.

P. La historia no tuvo un final feliz. Barreiros se vio obligado a vender la mayoría de su accionariado a Chrysler, dadas las cuantiosas pérdidas de su negocio. ¿Qué supuso esto para él?

A Barreiros le causó muchos problemas la implementación del pago a plazos por parte de los bancos

R.Lo que hizo fue seguir trabajando. Barreiros era un trabajador compulsivo. Era inagotable. Toda la gente que trabajó con él, así lo atestigua. Incluso Fraga Iribarne, que también tenía fama de ser incansable, lo definía de esa forma. A Barreiros le causó muchos problemas la implementación del pago a plazos por parte de los bancos. Le produjo muchos problemas de tesorería. Eso unido a la falta de éxito de los Dodge le obligó a realizar una importante ampliación de capital y los hermanos Barreiros no tenían capacidad económica para afrontarlo. Entonces, Chrysler pasó a tener la mayor parte del accionariado e implementó sus propios métodos de producción. A partir de ese momento, se produjeron cambios significativos. Por ejemplo, Barreiros vendía muchos vehículos industriales en Cuba y tuvo que dejar de hacerlo por obligación de la legislación norteamericana. Eso le produjo bastante desazón. La compañía norteamericana le ofreció el cargo de presidente de honor, pero la actitud de Barreiros no era la de estar parado un despacho. Le gustaba patearse la fábrica todos los días.

P. Todo este proceso de fabricación y venta de los Dodge también le granjeó muchos enemigos en la España de la época.

R.Tuvo que enfrentarse a unas objeciones tremendas. Hasta que no hubo un cambio radical en la política española con la llegada de los tecnócratas y con la liberalización de la economía, tuvo que hacer frente a muchas dificultades. Barreiros era un empresario puro y todo lo que ganaba lo reinvertía en su negocio.

P. Le hago la última, ¿cree que la figura de Eduardo Barreiros tiene suficiente reconocimiento?

R.Bueno, creo que lo va teniendo. Vivimos en un país que no admira mucho a sus empresarios. Si Eduardo Barreiros hubiera sido norteamericano, Hollywood le hubiera dedicado siete películas. Creo que cada vez se ve con mayor perspectiva su trayectoria y se observa que su obra es realmente admirable. Además, la Fundación Eduardado Barreiros está haciendo una gran labor en este sentido.