Silvia Omedes: "Contar historias a través de imágenes no está en crisis y nunca lo va a estar"

Silvia Omedes se formó como fotógrafa e historiadora del arte, y en 2001 creó Photographic Social Vision, fundación cuyo objetivo es defender la figura del fotoperiodista y darle valor a la fotografía documental como herramienta para entender el mundo. En el Foro La Región de este próximo jueves, nos hablará de la figura y el legado de Joana Biarnés, la primera mujer fotoperiodista en España.

Pregunta.Sin muchos spoilers, ¿qué se encontrarán los asistentes al Foro La Región?

Respuesta.Pues con la historia y el legado de la primera mujer fotoperiodista española, Joana Biarnés. Ella dedicó 25 años de su vida a ser fotoperiodista y en un momento dado, frustrada por la prensa amarilla y por la obligación casi de tener que convertirse en paparazzi, abandonó la profesión. Su archivo es uno de los más importantes de la época franquista y de la Transición. Tenemos la suerte en nuestra fundación de representar y preservar su archivo desde 2013.

P.¿Qué es lo más importante del legado de Biarnés?

R.Es muy importante las posibilidades que da cada año a jóvenes fotoperiodistas. Ella falleció de manera repentina en el 2018 y unos meses antes nos había dicho que, como no tenía hijos, quería donar todo su archivo a nuestra fundación para que siguiéramos explotándolo y difundiéndolo en exposiciones. Pero Joana me hizo a mí personalmente una petición. Quería que si su archivo algún día generara ingresos, estos se invirtieran en ayudar a otros fotógrafos. Entonces creamos con su nombre la beca Joana Biarnés para jóvenes fotoperiodistas, que está en su sexta edición. Es encomiable que un legado sirva para facilitar los inicios y otorgue oportunidades a los más jóvenes.

P.A raíz de lo que menciona sobre las oportunidades en el sector, ¿cuáles son las principales dificultades que tienen que afrontar los fotoperiodistas hoy en día?

R.Para empezar, la dificultad para poder desarrollar su trabajo. Se han acabado las corresponsalías. Los medios de comunicación tradicionales se conectan a los grandes servidores de imágenes mundiales como son las grandes agencias. De esta forma, por un importe ridículo al año, tienen acceso en tiempo real a todas las fotografías que se están haciendo a nivel mundial. Con lo cual, el fotógrafo local que está sobre el terreno, el que conseguía tener el relato en primera persona, está desapareciendo. Es triste, pero ningún periódico se va a gastar dinero en producir esos reportajes de antes. Además, aunque se consigan publicar, la realidad es que se paga bastante mal. También hay que resaltar que ha desaparecido de los periódicos la figura del editor gráfico, que era capaz de crear una narrativa a partir del material visual.

P.Noto bastante pesimismo en sus palabras. ¿Es todavía reconciliable este matrimonio fotoperiodismo-medios tradicionales?

R.Existen casos de periódicos en donde todavía se mantiene. Te habló de Liberation en Francia o el New York Times en Estados Unidos. Siguen apostando por lo que llamamos fotoperiodismo a fuego lento. No soy pesimista, al contrario. Creo que el contar historias no está en crisis y nunca lo va a estar. Esto no es incompatible con decir que la prensa diaria le dedica menos tiempo a esos reportajes, ya que prefiere ir tirando en el día a día de agencias y notas de prensa.

P.Las redes sociales, ¿benefician o perjudican el trabajo del fotógrafo?

R.Si los medios de comunicación han dejado de publicar el trabajo de fotoperiodistas no es debido a que estos publiquen sus fotos en redes, sino porque no tienen dinero para producir esos reportajes. Más bien, las redes sociales lo que han provocado es que público general no distingue lo que es un trabajo profesional de un trabajo aficionado, ya que todo está subido en el mismo lugar.

P.¿Qué labor de apoyo desarrollan en la fundación?

R.Intentamos mantener vivos los archivos fotográficos de autores vivos o muertos. Cuando el autor está muerto, con quien trabajamos es con los herederos, que muchas veces heredan cajas de negativos, a veces en zapatos, mucho material y no saben cómo gestionarlo porque requiere formación técnica. Además, representamos a 70 fotoperiodistas vivos. Nuestro papel es el de asesorarles jurídicamente, hacerles entender que tienen derechos y una propiedad intelectual que defender.

P.¿Cree que la fotografía es un don innato o algo que hay que entrenar?

R.Ambas cosas. Hay personas que tienen una mirada muy sensible, que son capaces de crear unas narraciones visuales preciosas, pero lo bonito, sin empatía, sin un buen tema y sin capacidad para acercarse a los protagonistas, no llega a ningún lado. Entonces, puedes tener un buen ojo, pero hay que entrenarlo. Para eso está la formación.

P.Me va a disculpar, pero estamos llegando al final de la entrevista y casi no hemos hablado de usted. ¿De dónde le viene su pasión por el mundo de la fotografía?

R.Mi madre llevaba siempre una cámara colgada al cuello y yo la veía como la mujer más poderosa del mundo.Hubo un día, debía tener ocho años, en que mi madre me sentó en su regazo y me explicó como se hacían fotografías. Aquel día me fui a dormir pensando que era alguien muy importante porque mi madre había compartido su secreto conmigo. Lo que empezó como un vínculo con mi madre, acabó siendo toda mi vida.

P.¿Qué debe tener una fotografía para conmover a Silvia Omedes?

R.Una buena imagen tiene tres ingredientes: te informa, te emociona y te interroga. Y te diría que de estos tres ingredientes me quedo con el último como el más importante. Es el que genera un vínculo con la audiencia. Si una imagen es capaz de interpelarte, de dejarte con dudas, te una a ella de por vida. No la olvidarás nunca.