Detenido el capitán del barco que abordó un buque vigués

El capitán y el primer oficial del buque factoría Right Whale, de 105 metros de eslora, bandera de Gambia y propiedad lituana, fueron detenidos por las autoridades mauritanas en las últimas horas, después de que la embarcación colisionara el pasado viernes con el arrastrero Tafra 3, de capital gallego y pabellón de Mauritania, que terminó naufragando frente a la costa de Nouadhibou. Los dos arrestados están siendo interrogados en el marco de la investigación abierta para esclarecer las causas del siniestro, que tuvo lugar a las 20.40 horas (hora española) y dejó un balance de cinco marineros mauritanos desaparecidos, mientras continúa la incertidumbre entre las familias afectadas.

El choque entre ambas embarcaciones provocó el hundimiento del Tafra 3, en el que faenaban varias personas de distintas nacionalidades. El resto de la tripulación logró ser rescatada, entre ellos tres españoles (dos gallegos y uno de Huelva), que resultaron ilesos, salvo uno que sufrió una herida leve. Todos pudieron comunicarse con sus familias pocas horas después del accidente, lo que aportó cierta tranquilidad en medio de la incertidumbre. Se espera que puedan regresar a España esta misma semana, aunque los trámites se complican por la escasez de conexiones aéreas directas desde Mauritania.

El presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI), Javier Touza, expresó su preocupación por la reiteración de “abordajes” en esta zona de intensa actividad pesquera, donde coinciden barcos de gran tonelaje con otros de menor tamaño, lo que genera una situación de “absoluto desequilibrio” en la seguridad marítima. Recordó que el Tafra 3 contaba con 35 metros de eslora frente a los 105 del buque que lo embistió, lo que refleja una diferencia de proporciones que agrava los riesgos.

Touza remarcó que la colisión ocurrió en condiciones de mar en calma y con total visibilidad, lo que, a su juicio, obliga a replantear la normativa para proteger la vida de los marineros. “No hay pescado que valga más que las vidas humanas”, afirmó, reclamando protocolos más estrictos y mecanismos internacionales de control para el tráfico marítimo en ese caladero.

El dirigente de ARVI insistió en que la prioridad ahora es mantener la búsqueda de los cinco desaparecidos y trasladó su temor a que las autoridades mauritanas suspendan las labores de rastreo. Frente a esa posibilidad, confirmó que los pesqueros gallegos que trabajan en la zona seguirán implicados en las tareas de localización. “Son una piña y van a seguir peinando la zona. Ojalá aparezcan con vida, pero si no, las familias necesitan recuperar los restos para cerrar el luto”, aseguró.