El Supremo mantiene la paralización de dos parques eólicos de Galicia: uno de ellos en Ourense

RECHAZA LOS RECURSOS DE LA XUNTA

El Tribunal Supremo ha respaldado las suspensiones cautelares del TSXG sobre los parques eólicos de Troitomil y Ventumelo, al no admitir los recursos de la Xunta y las empresas promotoras por falta de fundamentación.

Publicado: 17 mar 2025 - 16:09 Actualizado: 17 mar 2025 - 18:20

Fotografía de un parque eólico.
Fotografía de un parque eólico. | La Región

El Tribunal Supremo (TS) ha avalado las supensiones cautelares del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) de dos parques eólicos, Troitomil (entre los municipios coruñeses de Negreira y A Baña) y Ventumelo (entre las provincias de Ourense y Lugo), al inadmitir los recursos presentados por la Xunta y empresas promotoras.

La Sala de los Contencioso-Administrativo Sección Primera del TS ha emitido sendas providencias de inadmisión a trámite de los recursos del Gobierno Gallego, Wind Hero (en el caso de Ventumelo) y Green Capital Power (Troitomil) debido a su falta de fundamentación de intererés casacional.

Según destaca Pérez Lema Avogados en comunicado, "la decisión del TS avala el proceder del TSXG frente a una campaña política de deslegitimación impulsada desde el Gobierno gallego y las empresas eólicas". Reprocha que la Xunta "desautorizó en términos muy duros las decisiones" del alto tribunal gallego y "supuso una campaña política contra una decisión jurídica plenamente ajustada a derecho, un comportamiento que resulta jurídicamente inaceptable".

El proyecto del eólico de Ventumelo (entre los municipios de Pobra de Trives, San Xoán de Río y Ribas de Sil) fue paralizado en marzo de 2024 al entender el TSXG que no se podía considerar totalmente veraz la declaración de impacto ambiental elaborada por la Xunta al no tenerse en cuenta que el parque forma parte de un proyecto más amplio artificialmente fragmentado.

En mayo de 2024, el TSXG realizó idéntica argumentación para paralizar cautelarmente el proyecto de Troitomil, ya que el alto tribunal gallego mostró sus sospechas de que los proyectos de Vilartoxo y Barrosinos, en las proximidades, constituyesen junto a Troitomil un mismo macroproyecto que se intentaba disimular a través de una fragmentación.

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