“The Times” y el canal francés TF1 alaban las Islas Cíes y las considera el “Caribe europeo”

ENCLAVES ESPECTACULARES

Los dos medios, el diario británico y el canal de televisión, coinciden en la alta valoración de las islas viguesas como un espacio singular, similar a las Antillas

Publicado: 02 sep 2024 - 21:24 Actualizado: 02 sep 2024 - 21:28

Islas Cíes
Islas Cíes

Doble sesión de “subidón” en dos medios internacionales de prestigio, el periódico británico “The Times” y el canal de la televisión francesa TF1, que casi coincidieron con la emisión y publicación de sendos reportajes sobre las Cíes, islas que califican reiteradamente como el “Caribe europeo”.

La tele francesa filmó a finales de julio, en tanto que el rotativo inglés hizo la información hace unos días, en pleno agosto, según explicaba José Antonio Fernández Bouzas, director del Parque Nacional de las Illas Atlánticas. Aparecen en los medios justo al final de la temporada regular, que culmina el día 15. En la primera semana de septiembre, todavía con llenos casi a diario. A partir del 9, mucha menor afluencia. También destacan ambos que para entrar en Cíes hay que hacer una reserva previa, aunque es gratuita, único medio para poder comprar el billete.

El asunto antillano es reiterado. La televisión francesa se sorprende por la playa de Rodas y la laguna, que da todo el aspecto de un atolón, si bien avisa sobre la frialdad de las aguas, en esto nada caribeño. También pone el acento en que al tratarse de un parque nacional, está prohibido tirar nada al suelo y hay que recoger y devolver al puerto de Vigo toda la basura. El reportaje está realizado en colaboración con un grupo de francesas que realiza prácticas en el Parque Nacional y que llegan todos los años, señala Fernández Bouzas.

Sobre “El Caribe en Europa” la TF1 indica que las islas se encuentra “a solo 40 minutos de la costa española, con tierra salvajes y aguas cristalinas”. Señalan que es una reserva natural que recibe cada día un número limitado de visitantes y que cuenta con una larga lista de reglas a respetar. “La medida es radical, para así proteger el parque nacional”, añade. La televisión habla con alguos bañistas en Rodas y también hace un recorrido por el cámping, dsetacando el cuidado del ecosistema y el trabajo de los guardias del parque. Son algo más de tres minutos donde la playa es protagonista.

Reserva de aves

El autor del reportaje en “The Times” no pasó por alto la presencia de aves. “Parece un lugar tranquilo para un picnic, pero mientras desenvuelvo mi bocadillo, llega una multitud. Torpes y necesitados, pero inesperadamente educados, los polluelos de gaviota salen de sus dormideros para permanecer pacientemente de pie, con las cabezas ladeadas, a la espera de un almuerzo gratis. Ahora pienso en las Galápagos”, escribe. “Las gaviotas no necesitan mi caridad.

“La primera playa que se ve es Praia de Rodas (así, en gallego), un kilómetro de arena blanca que te hace pensar en las Seychelles”, comenta el reportero Chris Haslam

Las aguas ricas en nutrientes de las islas Cíes crean un “barrio” para los amantes del marisco: cangrejo, langosta, erizos, pulpo, marisco, lubina y caballa abundan en estas aguas puras. Aquí hay cinco especies de tortugas y 22 variedades de ballenas y delfines. Mientras como, observo a una manada de delfines batiendo el agua blanca, mientras los alcatraces bombardean en picado la zona de muerte, con sus presas aterrorizadas intentando escapar entre destellos plateados. También se rumorea que una pareja de nutrias ha llegado nadando desde tierra firme para aprovechar la cena, pero no veo señales”.

Un trocito del Caribe en el Atlántico

Por su parte “The Times” incide en lo mismo: en el acceso controlado y en la descripción de Cíes como un trocito del Caribe en el Atlántico, pero Chris Haslam, el reportero del diario inglés, le da más valor a las islas viguesas: “No hay ningún lugar como este en las Antillas”, asegura. Narra en su amplio reportaje que a medida que el ferry se acerca, “la primera playa que se ve es Praia de Rodas (así, en gallego), un kilómetro de arena blanca que te hace pensar en las Seychelles”. Y continúa, en el mismo tono: “Las islas son tan pequeñas que se puede pasear tranquilamente y aun así tener tiempo para nadar, comer y echarse una siesta al sol. Los senderos están bien mantenidos y es imposible perderse. Sin embargo, es muy posible que sientas sed, así que lleva agua”.

Llama la atención que se ha documentado sobre el proceso en marcha para eliminar árboles plantados en los años cincuenta y sesenta para cambiar el paisaje. Así, señala que sigue el camino que lleva al Faro do Peito, “atravieso una zona en la que se están talando esos pinos y eucaliptos exóticos para sustituirlos por especies autóctonas”.

Curiosamente, abre la información con la Batalla de Rande, recordando que el 23 de octubre de 1702, la mayor flota española que regresó de América con el tesoro fondeó en estas aguas. “Por un extraordinario golpe de suerte, según el bando en que uno estuviera, una flota de buques de guerra anglo-holandeses entró en la bahía y destrozó a los franceses y a los españoles”. Y añade: “Lo que ocurrió con los aproximadamente 13 millones de monedas enviadas al fondo ese día sigue siendo un misterio. La parte británica, según Isaac Newton, entonces director de la Casa de la Moneda, fue de unos míseros 3,5 kilos de oro y 2.000 de plata.

El paradero del resto fue la inspiración para Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne. Pero el verdadero tesoro de la bahía de Vigo es mucho más fácil de encontrar. Se encuentra a tres leguas -o nueve millas- al oeste y aparece al atardecer como montañas negras en un océano de oro”, zanja.

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