Isabel Preysler: “El amor de mi vida fue Boyer”

MEMORIAS

La aristócrata presentó sus memorias junto a su hija Tamara en un momento de “tranquilidad”

Isabel Preysler, presentando “Mi verdadera historia”.
Isabel Preysler, presentando “Mi verdadera historia”.

Isabel Preysler presentó sus memorias “Isabel Preysler: Mi verdadera historia acompañada por su hija Tamara Falcó, en una rueda de prensa donde agradeció a su familia, amigos y medios por su apoyo en “un día tan especial”. Aclaró que el libro es “el relato de su vida” y busca corregir lo que “se ha publicado todos estos años”, más que generar polémica o ajustes de cuentas.

Tamara afirmó que “en nuestra familia no todo son cosas bonitas” y valoró la “honestidad” con la que su madre trató temas difíciles, reconociendo que había descubierto “no solo a una madre, sino a una mujer”. Preysler aseguró encontrarse en “un momento de paz, tranquilidad y de felicidad”, lo que provocó la broma de Tamara: “Eso no vende, mami”.

Sobre Vargas Llosa, señaló que “no” teme acciones legales, que las cartas incluidas “son mías y yo puedo publicarlas” y que quiso demostrar que “él era feliz y yo también lo era”, negando que su relación fuese infeliz como se había dicho. También habló de Íñigo Onieva: “Tamara cree en el perdón y me ha hecho a mí creer en el perdón también”. Concluyó asegurando que, aunque tuvo “muchos amores, el amor de mi vida fue Miguel Boyer”.

Las memorias, dedicadas a sus nietos y su familia

Isabel Preysler presentó sus memorias en el Hotel Ritz de Madrid, acompañada por su hija Tamara Falcó y su amiga Nuria González. Explicó que decidió escribirlas porque “se han escrito muchos libros, además diciendo pocas verdades” y consideró que “era la edad perfecta para hacerlo”.

Sobre su vida personal, admitió que narrar la marcha de sus hijos a Miami fue “de las cosas más difíciles que pasé”. También contó cómo nació su apodo familiar: “Mi nieto mayor, Alejandro, me llamaba Lala… y Julio era Lolo”. Aclaró su verdadera edad: “La prensa me quitó un año y me hacía ilusión, pero al escribir mis memorias pensé que ya era hora de decir la verdad”. Recordó su infancia en Filipinas como “una infancia feliz” y aseguró sentirse “más libre” con el paso del tiempo.

Resaltó que “mis cinco hijos son muy buenas personas” y que valora “que la gente sea buena persona”. Reconoció que algunos titulares “no reflejan la realidad en absoluto”, aunque “la prensa ha sido generosa conmigo”.

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