Bartolomé Pidal: "Bemposta fue una escuela de valores sociales y comunitarios"

Preocupado por el compromiso social y político desde muy joven, Pidal apostó por desarrollar su actividad en el mundo de los recursos humanos y el empleo

Entrevista a Bartolomé Pidal, presidente de Nortempo

Nació en el corazón de la Terra das Frieiras, allí vivió su infancia hasta que se trasladó primero a Ponferrada y luego a Ourense, donde fue alcalde, con 16 años, de Bemposta, la Ciudad de los Muchachos. Bartolomé Pidal (Vilavella, A Mezquita, 1959) forjó en Bemposta su compromiso social, un valor que ha venido desarrollando desde entonces, tanto en el ámbito personal como el profesional, que desarrolla como presidente de Nortempo, una empresa de recursos humanos que fundó en la década de 1990 y hoy se ha convertido ya en una multinacional con presencia en España, Portugal y Colombia.

LLEGÓ USTED A BEMPOSTA EN PLENA EFERVESCENCIA. ¿CÓMO ERA ENTONCES LA CIUDAD DE LOS MUCHACHOS?

Así es. Llegué con diez años y estuve hasta casi lo veinte, toda la década de 1970. Yo creo que fueron los años dorados, sobre todo a partir de 1975-76, hasta que entraron los ochenta.

¿ES CIERTO QUE FUE EL PRIMER ALCALDE DEMOCRÁTICO DE ESPAÑA, ALLÍ EN BEMPOSTA?

Con dieciséis años fui elegido alcalde de la Ciudad de los Muchachos, en 1975. Elegido democráticamente, bastante antes de que se celebrasen en España las primeras elecciones municipales de la democracia. Y me convertí así en el alcalde más joven de España. . Se adelantó en cuatro años a las primeras elecciones democráticas en España y fue alcalde de Bemposta, con 16 años, en 1975. Ahí fue donde nacieron mis inquietudes políticas y sociales. Aunque si he de ser sincero fue ya antes, porque antes de ser alcalde de Bemposta lo fui de la aldea infantil, un puesto que se daba entre los niños pequeños hasta los catorce años. A mí me surgió ahí la vocación de servicio público que es lo que tiene que ser la política. Esa vertiente social y comunitaria es uno de los valores, importantes desde mi punto de vista, que se aprendían en Bemposta.

ESE COMPONENTE SOCIAL Y POLÍTICO ¿DETERMINÓ SUS ESTUDIOS Y SU CARRERA PROFESIONAL?

Estudié psicología en la facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, primero en Ourense y luego en Santiago, en parte por esa razón y, en parte también, porque era de las opciones que tenía en la proximidad la que más me gustaba. Antes de terminar la carrera ya estaba comprometido políticamente. Después del 23-F, en 1981, decidí afiliarme al PSOE y cuando todavía estaba estudiando en Santiago pasé a ser director de la Fundación Pablo Iglesias en Galicia. Y desde esta fundación una de las actividades principales, además de las de tipo cultural, era la formación de cuadros. Ahí aprendí a desarrollar y practicar sistemas y técnicas de formación para adultos. Incluso fui a Alemania, a la fundación Friedrich Ebert, donde aprendí modelos en aquel momento muy avanzados e innovadores, que en muchos casos son los que se utilizan hoy, de formación muy participativa, de equipos, de trabajar sobre proyectos, y trabajar mucho de lo que ahora se habla tanto que es el área de las habilidades blandas. Todo eso fue un máster para mí.

FINALMENTE, ROMPIÓ CON ESE TRABAJO. ¿POR QUÉ?

Como todos los jóvenes de aquel tiempo yo tenía una deuda pendiente con el Ejército: cumplir el servicio militar. Llevaba demorándolo con prórrogas hasta que tuve que hacerlo. A la vuelta, me di cuenta que si quería podía tener un trabajo para toda la vida. Mi contrato era indefinido, pero pensar en que iba a hacer siempre lo mismo no iba con mi carácter. No me veía siendo un funcionario, que era la mayor aspiración de los jóvenes de mi generación, sobre todo en la provincia de Ourense. Preparar una oposición, ganar una plaza y listo. Luego ya podías dedicarte a la política. Por eso la mayoría de los políticos son funcionarios.

TAMBIÉN FUE MUY PRECOZ COMO EMPRENDEDOR.

Prácticamente al año y medio de haber empezado en una empresa fundé Grupo Clave que era una consultora de recursos humanos, en febrero de 1991 y en noviembre ya fundé Nortempo, que fue la que creció y fue generando el resto del grupo.

FUE USTED UN PIONERO CREANDO UNA EMPRESA QUE GESTIONABA TRABAJO TEMPORAL, ¿CÓMO SE ORGANIZA ALGO ASÍ PARTIENDO DE CERO?

Y tanto que era de cero porque no existía ni siquiera legislación. Había un vacío legal que no terminó hasta 1994 que fue cuando se estableció la primera legislación al respecto. Era un momento muy dinámico, en el que las empresas tenían que mostrar una gran flexibilidad, capacidad de adaptación a distintos momentos y las empresas de trabajo temporal vinieron para facilitar esa adaptación, pero también el matrimonio entre el que demanda empleo y el que necesita un trabajador. Y hacerlo además canalizando las capacidades e incluso realizando una parte de formación. De hecho en la primera etapa de la empresa hacíamos una inversión en formación que era del 1,85 por ciento.

TRABAJOS SIN EMPLEOS Y DEMANDAS PARA LAS QUE NO HAY TRABAJADORES. ¿POR QUÉ SE PRODUCE ESE DESAJUSTE?

Hay un problema de desajuste entre la preparación que tiene la gente y lo que están demandando las empresas. La formación es una actividad muy reglada, muy normativizada y resulta rígida, con programas demasiado largos, aunque ahora se está intentando hacer una formación más corta en el tiempo y más operativa, por ejemplo, con la formación dual.

¿CUÁL DEBERÍA SER LA CLAVE, SOBRE TODO EN SECTORES TAN DINÁMICOS COMO EL TECNOLÓGICO?

Pensamos en una formación de larga duración, por ejemplo, una carrera. Pero a veces, la demanda de trabajadores se produce en sectores en los que la necesidad está en una especialidad muy concreta. Hoy día la formación tiene que ser permanente, esa es la clave. Con formaciones rápidas, pero que actualizan los conocimientos y las habilidades a las necesidades del mercado. Y sobre todo porque en áreas como por ejemplo la informática, por poner un caso, los conocimientos se quedan obsoletos en muy poco tiempo. Hay que pensar en formarse, en actualizarse, continuamente. Formación para el empleo, muy práctica, corta y no siempre es necesario que lleve ligado un título.

Y HABLANDO DE LA GALICIA VACIADA, ¿TIENE MARGEN PARA CREAR EMPLEO Y FIJAR POBLACIÓN?

Antes de decir si tiene margen, yo me atrevería a decir que sería deseable y necesario que así fuese. Hay ámbitos en el sector primario que están abandonados y viendo lo que está pasando ahora mismo, más que nunca hace falta cebada, maíz, centeno, trigo, productos de los que dependemos demasiado de terceros países, cuando hay grandes extensiones que están ahí, por ejemplo en la Terra Cha. Ahora bien, es necesario implementar políticas más conciliadoras con el medio rural. Los datos que uno percibe es que cada vez hay gente más joven que están haciendo apuestas por el medio rural, no solo en el sector turístico, también en el primario, y creo que este sector debería ser más apoyado.

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