Conoce el pico de gallo, la exótica planta con propiedades para la cocina que puedes encontrar en Galicia

Erythrina crista-galli, es un árbol caducifolio, a veces, con un porte más bien arbustivo, conocido comúnmente en castellano como bucaré, ceibo, flor de coral, pico de gallo, piñón francés de Cuba,con presencia notable en Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, donde en ocasiones aparece formando agrupaciones llamadas ceibales. Llegó a Europa, procedente de Brasil, a finales del siglo XVIII. Pertenece a la familia de las Fabáceas o Leguminosas, en la que se integran también las judías, los guisantes y otras legumbres comestibles. En Galicia, donde se le conoce como pico de galo o eritrina, se puede encontrar de modo ocasional en jardines públicos o propiedades particulares.

Su nombre genérico, erythrina, procede del griego erythros , que significa “rojo”, en referencia al color de sus flores, motivo por el que también es conocido en castellano como árbol del coral. Su adjetivo, crista-galli, procede de las palabras latinas crista, que significa “cresta”, y gallus, que significa “gallo”, haciendo con ello alusión a sus flores que recuerdan la cresta de esta ave y de ahí su nombre de árbol cresta de gallo.

Sus raíces presentan nudos producidos por bacterias que viven en simbiosis facilitando a la planta la absorción de nitrógeno. Su copa es irregular. Su tronco, de corteza grisácea, gruesa, tortuosa y con profundas fisuras longitudinales, está provisto de ramas irregulares, verdosas y con espinas. Sus hojas, compuestas por tres láminas coriáceas y de color verde oscuro, son oval lanceoladas, alternas y con el nervio medio bien marcado. Sus flores aterciopeladas y rojas, llamativas y bellísimas, son carnosas y se disponen en el extremo de las ramillas a modo racimos colgantes; son papilonáceas, es decir, con forma de mariposa, con cinco pétalos: dos más pequeños llamados alas, escondidos dentro del cáliz y también de color rojo, otros dos, soldados, formando la quilla y el otro, el más grande, situado en la parte inferior, llamado estandarte. Presenta diez estambres, nueve de los cuales están soldados formado un haz y el décimo, de menor tamaño y opuesto a la quilla, parcialmente libre. Sus frutos son legumbres arqueadas, leñosas, de color oscuro, con dos valvas que contienen las semillas, las cuales son lisas, con forma arriñonada y de color marrón. Se reproduce, también, por esquejes.

Las hojas y las flores tienen propiedades antiinflamatorias, analgésicas, calmantes y narcóticas

Florece en primavera y verano y fructifica en verano y otoño. En su medio natural crecen a lo largo de las riberas de los ríos y lagunas, tolerando terrenos húmedos y soleados. Son muy sensibles al frío y a las sequías.

La madera, blanda y ligera, se usa fabricar aparatos ortopédicos, balsas e instrumentos de percusión. La corteza se utiliza para curtir cuero y para elaborar boyas para la pesca De las flores se obtiene un colorante con el que se pueden teñir los tejidos de rojo. En la medicina popular corteza, una vez machacada, se utiliza como cicatrizante. Las hojas y las flores tienen propiedades antiinflamatorias, analgésicas, calmantes y narcóticas. Se emplea también como anticaspa. La decocción de las hojas se bebe como sedante. Es una planta melífera, ya que sus flores contienen abundante néctar apetecido por aves, como los colibríes, abejas y otros insectos, los cuales se encargan de la polinización. Las flores, cuyo contenido en hierro y proteínas es alto, se usan también en gastronomía, tanto crudas en ensaladas como cocidas en guisos, sopas, frituras y empanadas.

Por su porte y floración, en zonas de climas suaves o cálidos del planeta, se cultivan ejemplares aislados en jardines, paseos, plazas y parques de ciudades con fines ornamentales.

En 1942 fue reconocida oficialmente como la flor nacional de Argentina y en 2008 se declaró el 22 de noviembre el Día Nacional de Ceibo. Según una leyenda guaraní, una guerrera de nombre Anahí se transformó en un ceibo tras su martirio, motivo por el cual el árbol es considerado como símbolo de la lucha, la valentía y el sacrificio. Esta leyenda fue incorporada al repertorio de la música folklórica por el compositor José Osvaldo Sosa Cordero. Asimismo, es la flor nacional de Uruguay.