La historia de la sede del Gobierno vasco en el exilio arrebatada por el régimen franquista en 1951 y que el PNV recuperará

Aunque la propiedad ya es del PNV, el Instituto Cervantes seguirá ocupándolo hasta 2030. Durante este tiempo, el partido recibirá un millón de euros anuales por el uso del edificio.

El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ante el edificio de la calle Marceau de París, que fue sede el Gobierno Vasco en el exilio.
El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ante el edificio de la calle Marceau de París, que fue sede el Gobierno Vasco en el exilio.

El número 11 de la Avenida Marceau, en pleno corazón de París, ha sido testigo de décadas de historia, resistencia y reivindicación. Este emblemático edificio, que albergó al Gobierno Vasco en el exilio durante la Guerra Civil y los años del franquismo, ha vuelto a manos del Partido Nacionalista Vasco (PNV). El Gobierno de Pedro Sánchez ha materializado la devolución del inmueble, actualmente sede del Instituto Cervantes, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática.

Aunque la propiedad ya es del PNV, el Instituto Cervantes seguirá ocupándolo hasta 2030. Durante este tiempo, el partido recibirá un millón de euros anuales por el uso del edificio. Esta decisión pone fin a una lucha de más de siete décadas, marcada por el despojo del inmueble en 1951, cuando el régimen franquista reclamó y obtuvo el control del palacete con la complicidad de las autoridades francesas.

El edificio fue adquirido por el PNV en 1936, antes incluso de la creación del Gobierno Vasco, utilizando fondos gestionados por la formación jeltzale. Durante la Guerra Civil, el inmueble se convirtió en un refugio para la democracia vasca y en un centro neurálgico de sus actividades internacionales. Sin embargo, la ocupación alemana de París en 1941 permitió al régimen franquista tomar control del edificio, aunque fue recuperado temporalmente tras la liberación de la ciudad en 1944. La expropiación definitiva en 1951 marcó el inicio de una larga batalla legal y política para la restitución de la propiedad.

Andoni Ortuzar, presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB) del PNV, calificó la devolución recientemente como un acto de justicia histórica que reconoce el vínculo del partido con el edificio y el papel crucial que desempeñó durante los momentos más oscuros de la historia española. Además de este palacete parisino, el acuerdo también incluye compensaciones por otros inmuebles expropiados en Francia, como el Hotel de Mont Renaud y la Ferme de l'Hôtel de Dieu.

El emblemático edificio de la Avenida Marceau seguirá siendo un símbolo vivo de la memoria, combinando su pasado como refugio del exilio vasco con su presente como sede del Instituto Cervantes, que continuará promoviendo la lengua y cultura españolas hasta el final de su arrendamiento. Para el PNV, este acto no solo repara una injusticia, sino que consolida el reconocimiento de su papel en la defensa de los valores democráticos y la identidad vasca.

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