Ecuador decide su futuro en unas elecciones que se debaten entre la continuidad y el regreso al correísmo

Ecuador celebra este domingo la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales marcadas por la polarización y la violencia. Casi 14 millones de ecuatorianos están llamados a las urnas para decidir entre la continuidad del actual presidente, el empresario derechista Daniel Noboa, o el retorno del correísmo con Luisa González, quien podría convertirse en la primera mujer presidenta del país.

Los primeros en votar fueron los miles de ecuatorianos residentes en el exterior, la mayor colectividad de Europa. En Madrid,, las urnas abrieron a las nueve de la mañana y cerraron a las cinco de la tarde (hora local), justo cuando en Ecuador comenzaban a abrirse los colegios electorales. Lo que se decida en el extranjero, especialmente en países con alta concentración de votantes como España, puede inclinar la balanza en unas elecciones consideradas las más igualadas de la historia reciente del país andino.

Es la segunda vez, en apenas un año y medio, que Noboa y González se enfrentan en las urnas. En las elecciones extraordinarias de 2023, Noboa se impuso con un ajustado 51,83 % frente al 48,17 % de la candidata del correísmo. Entonces se convirtió en el presidente más joven de Latinoamérica y el más joven de la historia democrática de Ecuador. Sin embargo, la segunda vuelta de este domingo promete ser aún más cerrada: en la primera ronda, la diferencia entre ambos fue de poco más de 16.000 votos.

La candidata Luisa González ha pedido públicamente al ejército y a la policía que se mantengan neutrales durante el proceso de escrutinio y garanticen el respeto a la democracia. Por su parte, Daniel Noboa ha optado por el silencio en la recta final de la campaña.

Y es que los comicios de este domingo no solo decidirán quién dirigirá el país durante los próximos 4 años, sino que también se enfrentan dos modelos diametralmente opuestos de entender el Estado y su relación con el mundo. Mientras Noboa defiende una línea liberal y empresarial, González promete recuperar el protagonismo del Estado y seguir la línea política del expresidente Rafael Correa.