El archivo de La Región Internacional, un tesoro histórico al servicio de la investigación sobre la emigración española

Antes de la era de internet, conocer la historia de la emigración española suponía un reto mayúsculo para investigadores y curiosos. Los archivos impresos eran la única ventana para reconstruir la vida de quienes dejaron Galicia y otras regiones de España en distintas olas migratorias, y acceder a ellos suponía horas de consulta en bibliotecas, hemerotecas o incluso en archivos privados.

Periódicos como La Región Internacional , pionero en la prensa de la emigración, juegan un papel determinante en esa búsqueda informado sobre la actualidad de los países de acogida, sino que también documentan la vida cotidiana de los emigrantes y sus vínculos con la tierra natal.

La digitalización de estos fondos abre un nuevo horizonte, ya que permite acceder de manera rápida y precisa a información que antes requería meses de consulta, facilita la comparación de datos entre distintas publicaciones y épocas, y multiplica las posibilidades de análisis para historiadores, genealogistas y estudiosos de la emigración.

¿Cómo saber, qué pasó en años anteriores en la emigración española, antes de la era digital, si no acudiendo a la prensa del momento?”, se pregunta Asunción Merino, decana de la Facultad de Filosofía de la UNED y profesora del departamento de Antropología Social. La investigadora, que actualmente estudia la última oleada de emigrantes hacia Argentina, visitó el archivo durante el pasado mes de agosto y quedó admirada por la calidad y el buen cuidado de los fondos.

“Estoy muy agradecida a Martín, Óscar y Maribel Outeriño, quienes me han facilitado el acceso. Gracias a su generosidad y a la labor de los corresponsales en los distintos destinos migratorios, contamos con una fuente única y especializada sobre noticias para y sobre los emigrantes”, añade.

Fundado en 1910, el diario La Región comenzó a publicar una edición internacional para Europa en 1966 - incluso antes de forma no periódica - y otra para América en 1976, destinada principalmente a orensanos y otros españoles emigrados. Las ediciones llegaban a sus lectores a través de la Caja de Ahorros o del Instituto Español de Emigración, especialmente si formaban parte de asociaciones de emigrantes. Con una cobertura dedicada a la comunidad migrante, estas publicaciones se convirtieron en un vínculo vital entre los españoles en el extranjero y su tierra natal.

Merino lamenta que, pese a su valor histórico, el archivo no esté digitalizado ni depositado en una institución pública o académica que permita su consulta más amplia. “Es sorprendente que un archivo de tal relevancia para la historia de la emigración gallega y española en general no haya sido aún adquirido por instituciones públicas, cuando sus dueños están abiertos a ello”, afirma.

La investigadora recuerda que muchos fondos históricos suelen ser difíciles de consultar porque no están clasificados, no están cuidados o simplemente no se muestran por diversas razones, algo que no ocurre con La Región Internacional.

El archivo conserva décadas de información sobre la vida de los emigrantes: desde noticias locales y acontecimientos culturales hasta avisos de comunidades, actividades asociativas y logros profesionales de españoles en Europa y América. Su conservación ofrece a historiadores, sociólogos y estudiosos de la emigración una herramienta imprescindible para reconstruir la memoria de miles de familias que vivieron lejos de su tierra natal.

“Los archivos históricos de medios impresos deberían ser preservados y puestos al servicio de todos los interesados, ya sea por instituciones públicas o privadas. Son un patrimonio documental que permite comprender la historia desde la perspectiva de quienes la vivieron”, concluye Merino.