Castelao en la emigración y el exilio, un legado indeleble
Castelao había nacido en Rianxo el 30 de enero de 1886, hijo de Mariano Rodríguez Dios y Joaquina Castelao Genme. Ese mismo año, su padre emigró a Argentina. Tuvieron que pasar varios años, hasta que en 1895, Castelao acompañado por su madre, se reuniese con su padre,
La vida de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, fue un reflejo de las propias señas de identidad de los gallegos y gallegas: la emigración y el exilio. Ambos marcaron profundamente su existencia. En su infancia fue emigrante y los últimos años de su vida transcurrieron en el exilio en Buenos Aires.
Castelao había nacido en Rianxo el 30 de enero de 1886, hijo de Mariano Rodríguez Dios y Joaquina Castelao Genme. Ese mismo año, su padre emigró a Argentina, dejando al entonces niño al cuidado de su madre y abuelos maternos. Tuvieron que pasar varios años, hasta que en 1895, Castelao acompañado por su madre, se reuniese con su padre, quien había establecido un negocio en la Pampa. Esta primera estancia en Argentina duró hasta 1900 y tuvo un gran impacto en su obra, como se refleja en relatos como O segredo y O inglés, incluidos en su libro Retrincos (1934).
A su regreso a Galicia, Castelao cursó el Bachillerato y los estudios preparatorios de Medicina en Santiago de Compostela entre 1900 y 1903. Posteriormente, entre 1903 y 1909, estudió Medicina, aunque su verdadera pasión estaba en el arte, especialmente en la caricatura. Durante esta época, participó en el II y III Salón de Humoristas de Madrid (1908-1909) y diseñó las cubiertas de los primeros números de la revista Vida Gallega, lanzada en 1909. También presentó un óleo en la Exposición Regional Gallega que recibió una medalla de oro.
En 1910, se mudó a Madrid con el objetivo de realizar el doctorado, aunque no lo completó. Mientras estuvo en la capital española, se dedicó a la ilustración de libros y colaboró en diversas publicaciones. En 1911, regresó a Rianxo y comenzó a editar el periódico El Barbero Municipal, vinculado al bando conservador-maurista de su padre. En 1912, se casó con Virginia Pereira y se unió al movimiento agrarista Acción Gallega, lo que lo llevó a involucrarse más en la vida política. Ese mismo año, realizó su primera exposición individual en Ourense y en el Salón Iturrioz de Madrid.
Castelao mantuvo su vínculo con la emigración gallega, colaborando con la prensa de Buenos Aires, como La Semana Universal (1912) y Suevia (1916). En 1917 se trasladó a Pontevedra y se unió a las Irmandades da Fala, una organización nacionalista gallega. Además, comenzó a colaborar con la revista A Nosa Terra y participó activamente en las asambleas del movimiento. En 1918 aprobó las oposiciones al cuerpo técnico del Instituto Geográfico y Estadístico de Madrid y comenzó a escribir para El Sol de Madrid.
A lo largo de su vida, también desarrolló una importante faceta literaria, publicando obras como Un ollo de vidro. Memorias dun esquelete (1922), Cousas (1926) y Os dous de sempre (1934). Tras la proclamación de la II República en 1931, fue elegido diputado por la Federación Republicana Gallega. Durante la guerra civil, se mantuvo como figura de la resistencia republicana, publicando en 1937 Galicia Mártir y Atila en Galicia, entre otras obras. Tras la derrota republicana, Castelao se exilió primero en Nueva York, y luego se trasladó a Buenos Aires en 1950.
Ya en Argentina, Castelao continuó su labor como escritor, político y artista. En 1941 estrenó su obra teatral Os vellos no deben de namorarse, y en 1944, fundó el Consello da Galiza, el gobierno gallego en el exilio, del cual fue presidente. También participó activamente en las Cortes de la República en México y fue ministro del gobierno republicano encabezado por José Giral en 1946. Entre sus publicaciones más destacadas en Argentina figuran Sempre en Galiza (1944), As cruces de pedra na Galiza (1949) y Cincuenta hombres por dos pesos (1940).
Castelao falleció en Buenos Aires el 7 de enero de 1950, dejando una huella indeleble en la memoria colectiva de los gallegos, tanto en la diáspora como en su tierra natal. Su figura sigue siendo un símbolo de resistencia y defensa de la identidad gallega.
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