Gijón honra a las niñas del exilio español que sobrevivieron al siglo más duro de Europa
Las homenajeadas, todas ellas en torno al centenar de años y con una lucidez admirable, fueron Rosario Canteli Osegui, María Luisa Muñiz Conchos, Beatriz Ángeles Cuesta Andrés, Eloísa García Menéndez y Blanca Argüelles Gutiérrez.
Gijón acogía el pasado fin de semana un emotivo homenaje a cinco mujeres asturianas que, siendo niñas, fueron evacuadas a la Unión Soviética durante la Guerra Civil española y sobrevivieron después a la Segunda Guerra Mundial.
El acto, organizado por el Instituto Europeo para el Conocimiento del Holocausto y los Totalitarismos (IECHT), tuvo lugar en la Antigua Rula de Gijón, un espacio cedido para la ocasión por la Autoridad Portuaria, a la que la organización ha querido agradecer públicamente su colaboración.
En esta primera actividad pública del IECHT en Asturias, se rindió tributo a las conocidas como “niñas de la URSS”, supervivientes de un doble exilio, marcadas por el desarraigo y las guerras, y cuya memoria sigue siendo clave para entender la historia europea del siglo XX.
Las homenajeadas, todas ellas en torno al centenar de años y con una lucidez admirable, fueron Rosario Canteli Osegui, María Luisa Muñiz Conchos, Beatriz Ángeles Cuesta Andrés, Eloísa García Menéndez y Blanca Argüelles Gutiérrez. Con emoción contenida y palabras llenas de dignidad, compartieron recuerdos de una infancia arrancada de raíz, marcada por la evacuación forzosa, el desarraigo cultural y las dificultades de una vida construida entre dos guerras y dos patrias.
El homenaje contó con la presencia institucional de Anna Ermachenkova, segunda secretaria de la Embajada de la Federación de Rusia en España, quien trasladó en nombre de su país el reconocimiento a las protagonistas de esta historia de resistencia y supervivencia. También asistieron familiares de otros niños del exilio soviético que no pudieron acudir por razones de salud o edad, pero cuyos nombres y recuerdos fueron igualmente honrados.
Desde el IECHT se subrayó la importancia de rescatar la historia de estos menores evacuados a la URSS, muchos de los cuales quedaron marcados por la separación de sus familias, la reeducación ideológica y la dificultad de regresar a España. Una memoria silenciada durante décadas, pero hoy reconocida como parte esencial del relato europeo sobre el exilio, los totalitarismos y la lucha por la democracia.
“El testimonio de estas mujeres no es solo una lección de historia: es un ejemplo de humanidad, dignidad y resistencia”, señaló el Instituto, que reafirmó su compromiso con la preservación de la memoria de los exilios, las víctimas de las guerras y quienes padecieron la violencia de los regímenes totalitarios en el siglo pasado.
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