¿De qué países vienen y a qué comunidades van los 1,28 millones de inmigrantes que llegaron a España en 2024?

España cerró 2024 con un saldo migratorio positivo de 626.268 personas, según los datos de la Estadística de Migraciones y Cambios de Residencia publicados. Aunque esta cifra supone un ligero descenso respecto a 2023 —16.028 personas menos— sigue siendo uno de los mayores incrementos poblacionales de la última década, sustentado casi en su totalidad por las llegadas procedentes del extranjero.

El flujo migratorio exterior continuó siendo el principal motor demográfico. En 2024 llegaron a España 1,28 millones de personas desde otros países, un 3% más que el año anterior, mientras que 662.294 abandonaron el país, un 8,8% más. La diferencia generó un saldo positivo que se situó como el tercero más alto de los últimos diez años. La inmigración extranjera fue predominante: ocho de cada diez llegadas correspondieron a personas sin nacionalidad española, con especial peso de colombianos, marroquíes y venezolanos. En el caso de la emigración, también fueron mayoritarias las salidas de ciudadanos extranjeros.

Por nacionalidades, Colombia encabezó las llegadas con 168.122 nuevas residencias en España, seguida de Marruecos y Venezuela. También creció la movilidad de españoles nacidos fuera, especialmente procedentes de Cuba, Venezuela y Ecuador. El saldo migratorio de españoles fue positivo, pero muy moderado: 6.616 entradas netas, con un comportamiento dispar entre los nacidos dentro y fuera del país.

Las comunidades autónomas con mayores ganancias demográficas derivadas de la migración exterior fueron Cataluña (129.030), Madrid (113.964) y la Comunitat Valenciana (104.776). Todas las regiones tuvieron saldo exterior positivo, aunque con grandes diferencias: La Rioja, Cantabria y Extremadura registraron los incrementos más bajos. En cambio, los movimientos entre comunidades dibujaron un mapa distinto. Mientras la Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha y Asturias lograron los mejores saldos interiores, Madrid, Cataluña y Andalucía perdieron población hacia otras autonomías.

A escala local, Madrid, Barcelona y València fueron las ciudades que más crecieron gracias a la inmigración exterior, pese a perder población hacia otros municipios. En 2024 se registraron 1,75 millones de cambios de municipio, un 2% más que el año anterior. La dinámica interna muestra una tendencia continuada: los grandes centros urbanos pierden población hacia áreas metropolitanas y municipios periféricos, mientras que los barrios más céntricos de ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia siguen cediendo residentes a zonas más alejadas.

La estadística incorpora por primera vez un análisis detallado del nivel educativo, ocupación y relación con la actividad de los migrantes. Aunque los datos llegan con cierto desfase —dependen del calendario del Censo Anual— permiten dibujar algunos patrones. Entre las nacionalidades con menor nivel educativo en la inmigración de 2022 destacan Marruecos y Rumanía, mientras que franceses, españoles y cubanos presentan los porcentajes más altos de estudios superiores. En cuanto a las ocupaciones de quienes emigraron al extranjero en 2023, las más frecuentes entre españoles fueron las ligadas a servicios, restauración y profesiones científicas.

La estadística también analiza el comportamiento dentro de los grandes municipios, donde se observa una constante: los distritos más alejados del centro ganan población mientras que los más céntricos la pierden. En Madrid, la periferia del sureste fue la que más residentes recibió; en Barcelona y Valencia, las áreas del sur concentraron las mayores entradas.

Los datos confirman que la movilidad interna y exterior continúa reconfigurando el mapa demográfico del país, con dinámicas muy diferenciadas por territorio, origen y perfil socioeconómico de la población que cambia de residencia.