Juan Manuel de Hoz, portavoz de CeDEU: “Algunos consulados calculan que pasarán tres años más para recibir la última solicitud de nacionalidad”

Este miércoles, 22 de octubre, concluye el plazo para presentar nuevas solicitudes para acceder a la nacionalidad española de acuerdo a la Ley de Memoria Democrática. Tras tres años de aplicación, la "ley de nietos" - una demanda histórica de la colectividad española - toca a su fin. Juan Manuel de Hoz, portavoz del Centro de Descendientes de Españoles Unidos (CeDEU) recuerda que todo aquel que haya creado su usuario consular "antes de este miércoles tiene asegurado su trámite, incluso una vez vencido el plazo".

Estamos a solo horas del fin del acceso a la nacionalidad… ¿cómo estáis viviendo estos últimos días, últimas horas? ¿Se han incrementado las consultas?

Lo estamos viviendo con mucho orgullo por el objetivo logrado. Estamos haciendo el bien. CeDEU, honrando su palabra y lealtad, asesora gratis. Es un hecho indiscutible la labor de nuestro equipo: trabajo, lealtad y honradez.

Y obviamente, agradecidos al Gobierno por su sensibilidad durante el desarrollo de la ley, por haber admitido los aportes de CeDEU, el diálogo constante y la confianza creada con el Gobierno, que ha sido realmente sensible y leal a la causa. El Gobierno puso de sí la mejor buena voluntad.

Desde que se solicita la nacionalidad hasta la inscripción, la media de tiempo supera los dos años, incluso más. Lo que genera nerviosismo e incertidumbre entre los solicitantes. ¿Alguna recomendación?

Habiendo previsto que era una ley realmente generosa, se estableció la instrucción del año pasado dando garantías de que todo aquel que tenga usuario consular creado antes del 22/10/25 tiene asegurado su trámite, aun con fecha posterior.

El enorme número de solicitudes ha desbordado todas las previsiones. ¿Incluso a vosotros os ha sorprendido?

Los rechazos no rondan en más de un 3%, y a tres años de la ley en marcha y con los consulados claros en cuanto a los parámetros y alcances de la ley, es simplemente porque no se ajustan a los supuestos, cuyos rechazos son realmente extraños.

El acceso a la nacionalidad ha puesto al límite de sus posibilidades a consulados, registros y archivos diocesanos. ¿Debería haberse previsto cuando se aprobó la disposición adicional octava?

Esperemos que los nuevos españoles que trae esta gran ley participen políticamente y socialmente del colectivo español. Tenemos la sospecha de que así será por el rango etario que alcanza la ley, que es fuerza joven en general.

Lo que, con el tiempo y de forma progresiva y de acuerdo a las necesidades, sin estridencias ni aceleres apocalípticos, es ampliarse la red consular o bien reforzar las oficinas consulares en el exterior para atender a los nuevos españoles en todos los trámites que requieran a partir de tener su nacionalidad aprobada: pasaporte, DNI, centros de votación.

No todas las solicitudes acaban en inscripción. ¿Cuáles están siendo, con carácter general, los motivos por los que se rechaza una solicitud?

Los rechazos no rondan en más del 3%, y a tres años de la ley en marcha y con los consulados claros en cuanto a los parámetros y alcances de la ley, es simplemente porque no se ajustan a los supuestos, cuyos rechazos son realmente extraños.

Desde algunos CRE se ha denunciado falta de medios y que se han dejado de atender otros trámites consulares. La ciudadanía española en el exterior va a seguir aumentando. ¿Qué debería priorizarse a partir de ahora para atender las necesidades de la colectividad?

Esperemos que los nuevos españoles, que trae esta gran ley, participen políticamente y socialmente del colectivo español. Tenemos la sospecha de que así será por el rango etario que alcanza la ley, que es fuerza joven en general.

Lo que con el tiempo y de forma progresiva, de acuerdo a las necesidades, sin estridencias ni aceleres apocalípticos, es ampliarse la red consular o bien reforzar las oficinas consulares en el exterior para atender a los nuevos españoles en todos los trámites que requieran a partir de tener su nacionalidad aprobada: pasaporte, DNI, centros de votación.

Detrás de cada nueva inscripción hay una historia personal. En estos tres años habrás conocido muchas… ¿cuáles recuerdas hoy?

Hoy, antes que nada, recuerdo a mis padres. Recuerdo el día que me rechazaron la nacionalidad y cómo, como afrenta, formamos CeDEU para que jamás sucediera a nadie lo que a mí.

Recuerdo a Agustín Montesinos, que me hizo cambiar la forma de ver cómo podíamos mejorar la vida de la gente que accede a la nacionalidad. Agustín se acercó a CeDEU en marzo de 2023 con una enfermedad muy grave, buscando ayuda, a lo que le agradezco mucho a él porque pudo mejorar y salir adelante.

¿El trabajo de CeDEU acaba aquí?

No, no acaba aquí. Primero, tendremos varios años más para asesorar gratis a quienes tengan su turno: algunos consulados calculan que pasarán tres años más, mínimo, para recibir la última solicitud de nacionalidad.

También creemos que hay cuestiones de participación política y social donde CeDEU puede ayudar y seguir trabajando para reforzar la España exterior. Por ahí vamos.

En la última charla informativa de CeDEU en el Centro Galicia, el salón volvió a llenarse… ¿qué significado tiene para vosotros?

Sí, la gente sigue confiando en CeDEU. Una fortaleza ha sido la transparencia con la que nos hemos movido. Todo paso dado era anunciado y publicado en redes.

La gente es agradecida y sabe que nos desvivimos por sacar adelante esta ley. No hemos ido con medias tintas ni segundas vueltas. La gente agradece y reconoce. Es muy gratificante sentir que el buen trabajo, con honradez, de forma leal y transparente, sea respaldado y respetado.

¿Alguien a quien quieras dar las gracias?

A mis padres, por los valores dados. Al equipo CeDEU, que trabajó hasta el último momento para hacer esta ley una realidad y que asesora gratis, da tiempo de sí, lo más valioso, para hacer el bien.

A cada diputado y senador que nos ayudó en el camino y que sigue al lado nuestro. A los grandes funcionarios españoles, ministros, secretarios de Estado, diplomáticos, embajadores y cónsules y adjuntos, que han difundido y aplicado esta ley desde su primer día en vigencia, con sensibilidad, convicción y responsabilidad, entendiendo con claridad todo lo positivo que trae la ley para la España exterior.

Hemos tenido mucho apoyo, y agradecemos a todo el gran funcionariado diplomático, también a embajadores que han llegado con la ley en marcha, dándole impulso y visibilidad a la causa, y obviamente al Gobierno, a todo el Gobierno liderado por Pedro Sánchez, que tuvo esta gran sensibilidad con esta demanda.