Un jesuita gallego celebra sus 60 años de trabajo en Taiwán

El sacerdote gallego Andrés Díaz de Rábago, de 95 años y nacido en Pobra do Caramiñal, celebró ayer los 60 años de sacerdocio en Taiwan junto al religioso chileno Miguel Ángel González Chandia, que cumplió un cuarto de siglo de vida religiosa, en una misa de Acción de Gracias con asistencia de la Comunidad Hispana Católica de Taiwán. Rábago, un médico jesuita que mantiene una dinámica actividad pastoral en la isla, es toda una institución entre la comunidad hispánica en Taiwán. '¿Qué siento? Cada día mayor fuerza', dijo Rábago antes de la misa.

Doctor en Medicina y licenciado en Filosofía, el padre Andrés Díaz de Rábago sigue actualmente impartiendo clases esporádicamente en la Taiwan National University, universidad de la que es profesor desde 1971. En 2000 le fue concedida la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica, y en 2001 la Medalla de Bronce de Galicia.

Miguel Ángel González Chandia, religioso y sacerdote del Verbo Divino, fue director del departamento de Español de la Universidad de Fujen y celebra misa para la comunidad hispana en Taiwán.

El oficio, que contó con la asistencia de embajadores y representantes españoles y latinoamericanos, fue seguido de un acto de homenaje. El jesuita gallego, que forma parte de la última promoción de sacerdotes católicos ordenados en China, en 1952, expresó su agradecimiento a todos y alabó los acontecimientos vitales que lo habían llevado al momento actual.

Los católicos hispanos de Taipei se reúnen los domingos en la Parroquia de Shipai para la misa en español.

La Iglesia Católica de Taiwán tiene una fuerte presencia hispánica tanto en su primera fundación con la llegada hispana en 1626, como en la segunda, en 1858, con el dominico español Fernando Sáinz, y en los momentos actuales en los que el jesuita gallego es uno de los veteranos, aunque no el único.

En el Tien Center, cercano a la Universidad Nacional de Taiwán, los veteranos jesuitas Fernando Mateo, , y Andrés Díaz de Rábago, son verdaderas instituciones en Taiwán. Los padres Mateos y Rábago llegaron después de estar en China y tras la llegada de los comunistas al poder, en 1949.

En Taiwán, con una población de 23,5 millones de habitantes, hay apenas unos 300.000 católicos.