Nicușor Dan gana las presidenciales en Rumanía y frena el avance de la ultraderecha

El candidato europeísta logra un 55% de los votos frente al ultranacionalista Simion en unas elecciones marcadas por la alta participación y sospechas de injerencia rusa

Rumanía ha elegido este domingo a Nicușor Dan como nuevo presidente de la República|EP
Rumanía ha elegido este domingo a Nicușor Dan como nuevo presidente de la República|EP

Rumanía ha elegido este domingo a Nicușor Dan como nuevo presidente de la República tras imponerse con un 55% de los votos frente al ultranacionalista George Simion, en una segunda vuelta decisiva marcada por la alta participación ciudadana, denuncias de fraude sin pruebas y la sombra persistente de la injerencia rusa.

Con el 99,85% del voto escrutado dentro del país y sin posibilidad matemática de que el voto en el exterior altere el resultado, Dan, actual alcalde independiente de Bucarest, matemático y firme defensor de la integración europea, ha sido confirmado como vencedor.

La jornada electoral ha estado marcada por una movilización excepcional, con una participación cercana al 65%, doce puntos más que en la primera vuelta del 4 de mayo. Analistas políticos subrayan que esta afluencia responde a una creciente polarización en el país, tras una campaña tensa que se ha librado entre dos modelos enfrentados de Rumanía: una proeuropea, urbana y liberal frente a otra nacionalista, conservadora y populista.

El resultado supone un revés para Simion, líder de la formación ultranacionalista AUR y heredero político del prorruso Calin Georgescu, cuya victoria en las elecciones de noviembre fue anulada por el Tribunal Constitucional tras confirmarse injerencias extranjeras. Georgescu fue inhabilitado y Simion pasó a encabezar una candidatura abiertamente enfrentada a las instituciones europeas y alineada con el expresidente estadounidense Donald Trump.

A pesar de llegar como favorito tras imponerse con el 41% de los votos en la primera vuelta —el doble que Dan—, su discurso radical, su cercanía a postulados conspirativos y su negativa a reconocer posibles derrotas le han restado apoyos clave en sectores moderados. Durante el fin de semana, su partido denunció sin pruebas un supuesto fraude electoral, desmentido por la Junta Electoral y por observadores internacionales, que sí alertaron, sin embargo, de indicios de nuevas campañas de desinformación promovidas desde Rusia.

Dan, de 55 años, ha centrado su campaña en la defensa del Estado de derecho, la transparencia institucional y el respaldo a Ucrania. Su perfil técnico y su discurso centrado en la estabilidad y las reformas le han granjeado el respaldo del electorado joven, urbano y europeísta.

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