Nómada digital, una vida ideal pero con fecha de caducidad
UNA FORMA DIFERENTE DE TRABAJAR
La mayoría de los que han experimentado esta fórmula aseguran que es una experiencia positiva pero no repetirían
La idea general sobre el nómada digital nos lleva pensar en una persona que disfruta de una vida casi ideal, trabajando en lugares paradisíacos y siendo dueño casi total de su propio tiempo y de lo que quiere hacer con él. Como suele ocurrir la realidad se impone a la ficción y nos acaba demostrando que no todo es maravilloso aunque sin duda es un estilo de vida que puede enganchar. En lo que coinciden casi todos los que han experimentado este tipo de vida es que es algo que merece la pena experimentar durante algún tiempo pero las cosas se complican cuando el tiempo avanza y las ventajas del nomadismo empiezan a disiparse y emergen los problemas.
Este es el caso de Luis Gago, un todavía joven coruñés que en 2012 decidió cambiar su estilo de vida y dejó el trabajo de oficina que venía desempeñando en Santiago para emprender un viaje alrededor del mundo durante dos años con su pareja. Esta experiencia que tuvieron la oportunidad de disfrutar les hizo pensar cómo podían seguir viajando pero pagándose los gastos con su trabajo y tras un período de pausa en el que estuvieron preparándose para un nuevo viaje volvieron a la carretera. En esta ocasión viajaron durante un año por distintas partes de Asia y la fórmula que encontraron fue la de ofrecer a los hoteles en los que se alojaban la posibilidad de elaborar un reportaje fotográfico publicitario sobre sus instalaciones, a cambio del alojamiento.
“Cuando empezamos creía que no ibamos a poder pasar ni una noche alojados con este método pero la verdad es que funcionó desde el primer país en el que estuvimos, Sri Lanka, y conseguimos viajar un año entero pagándonos así los costes de alojamiento”, explica Luis.
Con esta original fórmula de nomadismo digital, recorrieron buena parte de Asia y tuvieron la oportunidad de conocer a distintos nómadas digitales que trabajan en diversos campos. Gago señala que países como Tailandia y Malasia dan muchas facilidades para los nómadas que se instalan durante un tiempo en su territorio y eso hace que muchos de ellos los elijan como destino transitorio. Chiang Mai, una ciudad del norte de Tailandia que no tiene playas es uno de esos lugares donde se concentran muchos nómadas para pasar largas temporadas. Tanto Tailandia como Malasia o la vecina Camboya son países muy baratos donde es fácil poder alquilar un apartamento para vivir una larga temporada a muy buen precio.
Después de la pandemia, Luis y su pareja volvieron a cambiar de vida y ahora tienen un hijo y viven en una pequeña (y remota) localidad del oeste de Irlanda situada en County Mayo. Pero a su manera Luis conserva algo de esa época nómada porque trabaja desde casa y apenas visita una vez cada dos meses la oficina de la multinacional biotecnológica para la que trabaja. Eso sí, sigue viajando con frecuencia aunque ahora lo haga casi siempre por trabajo.
Una vida no tan ideal
De su experiencia como nómada digital puro y duro, Luis recuerda que las cosas no son tan fáciles como se pintan y realmente es complicado trabajar junto a una playa paradisíaca con el ordenador y desde una hamaca con una conexión a internet precaria. La foto que ilustra el reportaje no deja de ser una pequeña broma porque cuando había que trabajar de verdad Luis y su pareja se vieron obligados a alquilar durante un mes un apartamento en Chiang Mai y poder realizar todo el trabajo que tenían pendiente de los hoteles que habían visitado. “Como pasa con todas las cosas, todo cansa y viajar también llega a cansar. Ahora que tenemos familia tuvimos que asentarnos pero desde luego es una experiencia que creo que resulta muy recomendable si te gusta viajar”, concluye Luis.
Según datos de la plataforma Nomads.com, se calcula que existen unos 40 millones de nómadas digitales en el mundo aunque no es fácil realizar estadísticas fiables por el propio carácter temporal que suele tener este tipo de vida. De ellos más de un 40% son estadounidenses, seguidos a mucha distancia por británicos (7%), canadienses (5), rusos (4%) y alemanes (4%). El rango de edad que comprende a casi el 60% de los nómadas es el que se sitúa entre los 31 y los 40 años. Parece claro que es un tipo de actividad que requiere algo de experiencia pero tampoco es tan fácil para los que ya cuentan con una edad más elevada.
Michael Brady, norteamericano de New Jersey de 30 años, encaja bastante bien en este perfil aunque el comenzó algo más joven con sus experiencias como nómada digital. Ha trabajado durante algún tiempo con esta fórmula en México (como hacen muchos de sus compatriotas) y en los últimos tiempos ha estado trabajando como nómada en España y actualmente lo hace desde la capital argentina, Buenos Aires. Trabaja como freelance en el sector inmobiliario y su idea inicial era establecerse durante un tiempo en España pero las dificultades burocráticas que encontró para quedarse le llevaron a desplazarse a Argentina.
Dificultades en España
En España le exigían justificar un determinado nivel de ingresos para poder legalizar su residencia en el país y por eso terminó marchándose. En Argentina no encontró ese tipo de problemas y por ahora está satisfecho con su experiencia allí. Hasta el momento sigue pagando sus impuestos en Estados Unidos pero su idea es acabar de gestionar su residencia en Argentina y establecerse al menos por una temporada allí con su pareja y su hijo.
“Yo tenía interés por ir a España y además conecto más con europeos y con latinos que con la gente de mi país. En estos países no se gana tanto dinero como en Estados Unidos pero hay otras cosas que son mejores. La vida de nómada digital está bien para un tiempo pero cuando tienes responsabilidades familiares, como me pasa ahora, ya es más complicado”, explica Michael.
Según las estadísticas de Nomads.com, Tokyo, México D.F. y Madrid son las ciudades preferidas por los nómadas hombres, mientras que para las mujeres las ciudades elegidas son Medellín, Budapest y Playa del Carmen (México). La estancia media de los nómadas en ciudades es de 2 meses y en países de 5 meses.
Entre los países más visitados por los nómadas digitales se encuentran Estados Unidos (14%), España (5%), Tailandia (5%), Reino Unido (4%) y Alemania (4%). México ocupa el sexto lugar de la lista (4%), mientras que otros países latinoamericanos se sitúan en el puesto número 11 (Brasil, 2%), 18 (Colombia, 1%) y 24 (Argentina, 1%).
Aldea para nómadas digitales
Algunos países como Brasil están viendo la oportunidad de captar a nómadas digitales para que se asienten allí ya que pueden llegar a suponer una importante fuente de ingresos para el país. Incluso se llegó a establecer una aldea especialmente preparada para nómadas digitales en la localidad brasileña de Pipa, un enclave paradisíaco especialmente indicado para prácticar surf y kite-surf que funcionó de forma satisfactoria durante algún tiempo.
En resumen, el nomadismo digital puede ser una buena experiencia si puedes darte el lujo de vivirla durante algún tiempo y en este mundo globalizado cada vez se encuentran más facilidades para poder trabajar a distancia, al menos en algunos sectores como puede ser la informática y la tecnología en general, el diseño y el marketing. Son sectores habitualmente bien remunerados y muchos nómadas están bien pagados pero también los hay que viven bastante en precario. En todo caso, conviene evaluar bien los pros y contras de la experiencia y sobre todo no esperar demasiado tiempo para llevarla a cabo porque con la edad y las responsabilidades todo se hace más complicado.
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