Javier Muñoz Royo: "El Congreso de Burgos será el más numeroso, estamos cerca de las 200 personas”

Javier Muñoz Royo, es secretario general de la Confederación Internacional de Casas Regionales de Castilla y León. Sumido en la organización, a solo un día del inicio del Congreso Internacional de Centros Castellanos y Leoneses en el Exterior, hablamos con él de algunos retos como la modernización y digitalización de las entidades, el relevo generacional y retorno en la diáspora castellana y leonesa.

¿Con qué expectativas se celebrará el Congreso Internacional de Centros Castellanos y Leoneses en el Exterior? ¿Se espera una participación numerosa?

El congreso será el más numeroso porque tenemos una participación de más de 180 personas, estamos cerca de las 200.

¿Qué temas serán prioritarios en esta edición y por qué?

Los temas prioritarios son aumentar el número de actividades y de enfoques en las casas regionales. Estamos introduciendo más propuestas para jóvenes y también más atención a los mayores, aunque no solo a ellos. También hay personas jóvenes o de mediana edad que se sienten solas en casa. Después de la pandemia hay un boom de gente que sigue sin salir o que sale muy poco, y lo que hacemos es precisamente sacarles de casa, que participen en actividades o talleres en nuestras casas regionales, que no se queden solos. Es una situación que afecta a todas las edades.

Además, trabajamos la parte empresarial de las casas regionales. Hay empresarios entre nosotros que colaboran, invierten en Castilla y León y apoyan también a nuestra gente en América. Otro eje clave es potenciar el retorno: desde programas temporales como cursos de formación para jóvenes de origen castellano y leonés o mayores de 60 años, hasta iniciativas que favorezcan el retorno permanente. Queremos que vengan, que participen, que se formen para dirigir sus centros y que puedan, si lo desean, volver a su tierra.

En cuanto a las Casas Regionales, ¿con qué desafíos comunes se están enfrentando y qué papel desempeñan hoy en día en la vida de los castellanos y leoneses residentes fuera de la comunidad?

Estamos viendo un cambio generacional y de prioridades. Se sigue atendiendo a la gente mayor, como ha sido tradicional, pero se está abriendo la puerta a nuevos perfiles: empresarios, personas que quieren invertir, retornar o colaborar de diferentes formas. También se está sirviendo de puente con el mercado laboral en Castilla y León, trasladando a nuestros socios las oportunidades que hay allí.

¿Qué estrategias están planteando para integrar a los jóvenes y asegurar así el relevo generacional?

Estamos potenciando los cursos de liderazgo para jóvenes hasta 35 años, pero también el programa Orígenes para personas de entre 36 y 60 años, que están accediendo a cargos en nuestras juntas directivas: secretarios, tesoreros, vocales, vicepresidentes. El relevo generacional no es inmediato, pero esta franja aporta empuje, ideas nuevas y, sobre todo, una estabilidad vital —en familia, vivienda, trabajo— que les permite implicarse.

En cuanto a la modernización y digitalización de estos centros, ¿qué avances se han logrado y qué herramientas o recursos se están promoviendo para facilitar este proceso?

Se está trabajando sobre todo en redes sociales. Cada vez más centros tienen presencia en plataformas como Facebook o Instagram. La Confederación Internacional tiene su propia página de Facebook, y lo mismo ocurre con las federaciones. Estas herramientas son claves para dar visibilidad al trabajo que hacemos y para atraer a los jóvenes, que ya se mueven en esos medios todos los días.

¿Cuáles están siendo los servicios que tienen mayor demanda por parte de la colectividad en la actualidad?

Hay de todo. En el caso de los mayores, detectamos una demanda creciente de talleres de digitalización: cómo usar el teléfono móvil, cómo manejar WhatsApp o cómo ver a sus nietos por videollamada. En cambio, con la gente joven es más complicado porque son más móviles. Por eso estamos escuchando sus propuestas y explorando nuevas fórmulas para conectar con ellos.

¿Qué papel cumple la Confederación como vínculo entre las casas regionales y la administración autonómica?

La Confederación complementa el trabajo de la Junta de Castilla y León dentro de su plan de actuación a cuatro años. Somos el medio que permite que las casas regionales y las federaciones colaboren con la administración autonómica. Actuamos como ente intermedio, uniendo y facilitando la comunicación, y también trasladando propuestas o mejoras que potencien la labor de las casas regionales.

Y mirando hacia el futuro, ¿cómo cree que deberían transformarse estos centros para seguir siendo útiles, representativos y relevantes para las comunidades en el exterior?

Los centros están cambiando. Sin dejar de atender a la población mayor, ahora también estamos trabajando con empresarios que quieren invertir en Castilla y León y con personas que desean retornar. Les ayudamos a saber cómo hacerlo y servimos de canal para difundir ofertas laborales que no se están cubriendo allí. Queremos que nuestros socios sepan, que pueden volver y que hay opciones reales de desarrollo personal y profesional en su tierra.