Biografía| Manuel Curros Enríquez: un ourensano en La Habana

Manuel Curros Enríquez nació el 15 de septiembre de 1851 en Celanova, localidad de la provincia de Ourense, Galicia. Poeta y periodista, fue una de las figuras más destacadas del Rexurdimento, el movimiento de resurgimiento cultural y lingüístico de Galicia en el siglo XIX. Su obra, marcada por un fuerte contenido social y político, lo convirtió en un referente del galleguismo y el pensamiento progresista de su época.

Desde temprana edad, Curros mostró una inclinación hacia la literatura y el compromiso social. Se trasladó a Madrid en su juventud, donde realizó estudios de Bachillerato y Derecho. Sin embargo, su verdadera vocación lo llevó a integrarse en círculos literarios y políticos, participando activamente en la revolución de 1868, conocida como La Gloriosa, y en la masonería, donde defendió ideas republicanas.

En 1877, su poema A Virxe do Cristal le valió el reconocimiento en Ourense, consolidándolo como poeta gallego. Poco después, publicó Aires da miña terra (1880), una obra que despertó gran controversia. La Iglesia lo acusó de blasfemia y ataque a la religión, lo que provocó la retirada y destrucción de ejemplares de su libro, así como un proceso judicial en su contra. Aunque inicialmente condenado, fue absuelto en 1881 gracias a la defensa del jurista Luciano Puga Blanco.

Tras perder su empleo en Ourense, Curros se trasladó a Madrid y trabajó en la prensa republicana.

En 1894 decide emigrar a Cuba. En La Habana dirige un periódico, La Tierra Gallega, y cuando se suspende su publicación ingresa en la redacción de El diario de las Familias, y después en la del Diario de La Marina. Acogido con entusiasmo a su llegada, acabó incomodándose con la mayoría de sus paisanos.

Su posición en contra de la Iglesia y todo el mundo clerical hizo que el epicentro de varias de sus obras fuera la crítica a la religión católica, ya que el poeta veía a la Iglesia como un ente que reprimía el derecho a la libertad individual y moral y también porque no estaba de acuerdo con el gran poder que tenía sobre la población.

Su pensamiento fue liberal y progresista, y lo muestra públicamente en sus obras. Se nota con claridad la defensa que hace Curros de derechos como el derecho a reunión, el derecho de opinión o el de expresión en obras poéticas como "Aires da miña terra".

El objetivo que perseguía con sus poemas era ser el defensor del pueblo ya que él, que era un hombre con un determinado poder de influencia debido a la publicación y fama de sus obras, pensaba que su misión era criticar y satirizar las injusticias que azotaban a las personas de baja clase y que eran calladas por la gente que tenía poder. De este modo ataca el caciquismo, la buena vida de los privilegiados y la explotación de campesinos entre otros muchos temas.

En 1904, visitó Galicia y fue homenajeado en A Coruña. Sin embargo, regresó a La Habana, donde falleció el 7 de marzo de 1908. Sus restos fueron trasladados a Galicia, donde recibió honores póstumos y fue enterrado en el cementerio de San Amaro, en La Coruña.

Lois Pérez Leira