Miguel Ángel Revilla e Íñigo Urkullu se verán el viernes en Cobaron, en el límite entre regiones
Aunque no ha concretado el lugar exacto en el que se desarrollará el encuentro, pero sí que ha explicado que ambos presidentes se reunirán en esa zona desde donde se puede ver por un lado Castro Urdiales y, por el otro, el superpuerto de Bilbao
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el lehendaki, Iñigo Urkullu, se verán el próximo viernes a las 9.00 horas en la zona denominada Cobaron, en el límite entre ambas comunidades, para trasmitir un mensaje de que ambos territorios son seguros frente a la COVID-19.
Desde ese día se abrirá la movilidad entre ambas comunidades autónomas, después de que mañana sus gobiernos emitan un decreto para levantar el estado de alarma por la pandemia.
El lugar del encuentro lo ha avanzado este miércoles el presidente cántabro a preguntas de los periodistas en una visita a los bomberos voluntarios de Santander para agradecer su labor.
Aunque no ha concretado el lugar exacto, sí que ha explicado que ambos se reunirán en esa zona desde donde se puede ver por un lado Castro Urdiales y, por el otro, el superpuerto de Bilbao, según ha detallado.
Revilla ha recalcado que el objetivo del encuentro es trasladar un mensaje de unidad entre ambas comunidades y mentalizar a los ciudadanos de los dos territorios de la obligación de respetar los decretos y las ordenes de sanidad que van a emitir el jueves sus gobiernos.
"Pedimos que haya mucha precaución", ha subrayado el presidente cántabro, quien ha insistido en que el virus "va a continuar", aunque ha vuelto a alegar que es necesario abrir la economía, porque, según ha añadido, si eso no se hace "sería mucho más grave" que la pandemia que ya considera controlada, porque "el virus puede cargarse a toda una generación".
Por ello, ha vuelto a instar a mantener las medidas de protección como la mascarilla, el lavado de manos con hidrogel o la distancia social y ha criticado que siga habiendo ciudadanos que no las siguen, lo que puede provocar una recaída, ha advertido.
"Si somos responsables, el virus tiene muy poco que hacer", ha opinado Miguel Ángel Revilla, quien ha apostado por un verano en Cantabria "con mucha gente", con lo que espera que se puede "salvar una parte" de la economía de este año.
Por eso, Revilla ha explicado que Cantabria y el País Vasco han decidido adelantar tres días la movilidad entre ambas comunidades, que ha reconocido que "no es mucho", pero que representa un "simbolismo" del ansia por reiniciar las comunicaciones y por ofrecer una imagen de dos territorios seguros desde el punto de vista sanitario.
"Que sepan que aquí lo hacemos porque tenemos muy controlado el virus y, además, tenemos capacidad y reservas suficientes para que si hay un brote podamos atenderles", ha remarcado el presidente cántabro, quien ha insistido en que Cantabria "está preparada" para hacer frente a un posible rebrote.
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