Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), elegido presidente de Bolivia

TUTO QUIROGA RECONOCE SU DERROTA

El nuevo jefe de Gobierno apuesta por medidas urgentes para acabar con la crisis de suministro de combustible que sufre el país

El nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, en un acto con simpatizantes
El nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, en un acto con simpatizantes | EUROPA PRESS

El nuevo presidente de Bolivia será el candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz Pereira, quien ha vencido en la segunda vuelta de las elecciones con el 54,6 por ciento de los votos frente al expresidente del país Jorge Tuto Quiroga, que alcanzó el 45,4 por ciento de los mismos. El candidato del PDC se ha dirigido a militantes y simpatizantes tras confirmarse el triunfo electoral para agadecerles su apoyo y señalar que "Dios, la familia y la patria" serán la base de inspiración de su Gobierno. El nuevo presidente boliviano nació en 1967 en Santiago de Compostela y su padre es el expresidente boliviano Jaime Paz Zamora.

Paz ha logrado el voto de más de 3,3 millones de bolivianos, superando a los casi 2,8 que han depositado el suyo en Tuto Quiroga con casi el 98 por ciento del escrutinio ya realizado, según los datos del Sistema de Recuento Preliminar (Sirepre) del Tribunal Superior Electoral de Bolivia.

Durante su discurso, Paz ha dado las gracias al Tribunal Supremo Electoral porque "tuvo momentos muy difíciles" durante las campañas de la primera y segunda vueltas, marcadas por intensas protestas y por bloqueos de carreteras, y cuya labor ha permitido "que hoy día Bolivia respire vientos de cambio, vientos de renovación, y tenga una esperanza para poder seguir adelante".

En este sentido, ha apuntado a una necesidad de fortalecer las instituciones, "porque cuanto más fuerte sea nuestra democracia, más certidumbre, más tranquilidad en el pueblo boliviano y a su vez también más tranquilidad en el contexto internacional", y ha recalcado que no se puede permitir" campañas electorales basadas en "el insulto y el odio" y en una "guerra sucia". "Bolivia no se merece dos meses de esta agonía", ha zanjado.

Abrir Bolivia al mundo

El nuevo mandatario ha incidido en el cambio político del país y ha defendido que de igual manera que el pueblo de Bolivia eligió a otros grupos políticos que han hecho parte de una gran transformación luego de 20 años, "no se puede traicionar la voluntad de la construcción y de las soluciones que Bolivia requiere hoy día".

"Sabemos los bolivianos que la ideología no da de comer. Lo que da de comer es el derecho al trabajo, lo que da de comer es instituciones fuertes, lo que da de comer es la seguridad jurídica, el respeto a la propiedad privada, lo que da de comer es tener certidumbre en tu futuro y eso es lo que queremos trabajar", ha manifestado el presidente electo.

Por otra parte, Paz ha defendido que "hay que abrir Bolivia al mundo (y) retomar un rol", en un momento en el que ha agradecido y anunciado simultáneamente la llamada del subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, con quien abordado lo que espera que sea "una relación estrecha con uno de los gobiernos más importantes del ámbito mundial". Asimismo, ha expresado su intención de que "sea parte de las soluciones a partir del 8 de noviembre, que a Bolivia no le falten sus hidrocarburos".

En tal empresa colaborarán también otros países cuyos dirigentes, ha asegurado, le han llamado para felicitarlo por su victoria electoral, entre los que estarían el de Panamá, José Raúl Mulino; el de Paraguay, Santiago Peña; el de Uruguay, Yamandú Orsi; el de Ecuador, Daniel Noboa, y el de Perú, José Jerí.

Su agenda política ha sido abordada poco antes por su compañero como vicepresidente en la candidatura, Edmand Lara, que ha celebrado los resultados y ha anunciado "acciones inmediatas" a fin de "recuperar la economía del país (...), garantizar el suministro de diésel y de gasolina (...), nivelar los precios de la canasta familiar y acabar con la corrupción".

"Se viene una nueva historia, basta de corrupción, basta de injusticia", ha declarado en una intervención en la que ha anunciado "cambios estructurales" antes de trasladarse a La Paz para reunirse con el nuevo dirigente del país. Asimismo, ha hecho un llamamiento a "la hermandad", así como a "a la unidad, a la reconciliación de los bolivianos". "Es tiempo de perdón, es tiempo de reconciliación. Ahora hay que pensar en la patria", ha aseverado ante los medios de comunicación.

El candidato derrotado felicita a Paz

Rodrigo Paz ha agradecido el mensaje de felicitación del candidato de Alizanza Libre, Tuto Quiroga. "Tenemos denuncias anecdóticas de una acta o de la otra, pero Bolivia no está para que tratemos de causar más dificultades a los bolivianos que están sufriendo en la cola en los surtidores, por el dólar, por el diésel por la gasolina", ha expresado Quiroga, quien ha valorado que "a ese sufrimiento económico, sumarle un político no cabe". "Por eso, viendo los resultados del Sirepre, respetamos su trabajo en la segunda vuelta y he llamado a Rodrigo (Paz) y le di mis felicitaciones", ha proseguido.

El candidato derrotado ha explicado que la "democracia y la crisis económica necesita una actitud madura, democrática y de Estado". "Por eso transmití mis felicitaciones, pero Bolivia no merecería que por el dolor que tenemos, por la situación que va a venir, generar más problemas, dejar al país en ascuas", ha agregado.

Paz, hijo y nieto de expresidentes

Rodrigo Paz, senador del PDC, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora y sobrino-nieto del también exmandatario Víctor Paz Estenssoro, ha vuelto a derribar las predicciones de las encuestas y a salir vencedor tras su victoria en la primera vuelta, haciendo uso de un discurso alejado tanto del MAS como del conservadurismo de la oposición.

Con su idea de un `capitalismo para todos`, ha propuesto recortes al gasto público, formalizar el empleo, reformas electorales y constitucionales para atraer inversión privada, aunque ha descartado la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) por la que sí apostaba Tuto Quiroga. Además, se ha comprometido a no buscar la reelección.

Se trata de la primera ocasión desde el establecimiento de la segunda vuelta en 2009 en la que unas elecciones alcanzan esta instancia en Bolivia, que ha llegado a estos comicios en un momento marcado por el fin del proyecto político del Movimiento al Socialismo (MAS) casi dos décadas después y una pronunciada crisis en la que destaca la alarmante falta de combustible, que se ha convertido en el principal tema de conversación en la campaña.

La carestía de hidrocarburos ha llegado hasta el punto de que las autoridades electorales han tenido que acordar con las principales energéticas que se garantice el operativo que distribuye por todo el país las maletas electorales que contienen las papeletas y todos los enseres necesarios para los jurados.

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