El ourensano Dani Rizo y el arte de entrar en el reino de los cielos

Lleva más de un cuarto de siglo surcando los cielos. Lo que para muchos es una experiencia que ocurre una vez en la vida, para Dani Rizo es una bendita rutina. El ourensano tiene una acreditada experiencia en el mundo del parapente. Acumula experiencias y éxitos. Lo más reciente, el “triplete” de medallas que logró en el Campeonato de España de en Zarza-Capilla (Badajoz).

“Era una prueba que a mí me gusta mucho, de distancia, un poco diferente a las habituales, que son de balizas. Aquí lo que prima es estar en el aire el mayor tiempo posible. La idea es aterrizar a la hora límite. Y cuanto más tiempo estés, es más probable que recorras más distancia y puedas estar arriba en la clasificación”, explica Rizo.

El ourensano tocó todos los palos. “Hice un 3,2,1”, bromea. “En el podio de la clasificación open, con españoles y extranjeros, quedé tercero. Primero fue Joao Rodrigues y segundo Luis Gayoso. En la nacional, se eliminó al portugués Joao y pasé a ser segundo, subcampeón de España. Y yo, al llevar un parapente serial, acabé primero de los que montaban este tipo. No es fácil alcanzar un podio con un parapente que no sea de competición”, detalla.

La experiencia es un grado y una motivación. Lejos de vaciar el depósito, la gasolina está a tope. “Sí que sigo con las mismas ganas que cuando empecé. Es que, además, cuanto más tiempo llevas más sabes, más rendimiento le quitas al vuelo. Llegas donde antes no llegabas. Y el volar, el ver todo desde ahí arriba, no tiene comparación”, afirma Rizo.

Y es que para remontarse a los orígenes hay que darle para atrás al calendario. “Empecé en esto haciendo un curso. Cuando lo terminé, me tiró más la parte de la acrobacia. Nos divertíamos, nos juntábamos chavales jóvenes de toda España. Y, ahora, en la competición ya es más específica. Se ha tecnificado mucho. La acrobacia ya va por otro lado. Y luego está la modalidad de precisión, que a mí me tira menos. Es salir y caer en un sitio. Prefiero estar horas en el aire”.

Horas que le han servido para quedarse con imágenes y paisajes grabados en la retina. “Me gustan mucho los pantanos de Zarza-Capilla, una de las zonas de este tipo más grandes de Europa. También el entorno de Despeñaperros, donde volamos con buitres. Ellos se aprovechan de nuestro vuelo y nosotros del suyo. Pasas por encima de una buitrera y te salen 20 o 30 volando contigo. Te queda grabado”.

En Ourense, destaca el paisaje de Larouco. “Para mí, de las mejores zonas a nivel internacional. Estamos cerca de organizar el Nacional para el año que viene”. El parapente pide paso en Ourense. Quiere llegar a lo más alto. Mirando a los parques eólicos de reojo.