Javier López, una vida entre clásicos

El mundo del motor es algo que se lleva en las venas, pero que siempre o casi siempre tiene un detonante. En el caso de Javier López, uno de los pilotos más rápidos de los últimos años en rallys históricos, viene de familia, aunque no en cuestión de pilotos.

"A mí padre siempre le gustaron los coches y siempre hacía cosas con él a nivel de mecánica. Desde los cuatro o cinco años me fue metiendo en el tema y la afición. Construimos unos buggies, andábamos por el monte con ellos y siempre estábamos metidos entre motores".

Una afición que como es evidente se transformó en una pasión por conducir incluso antes de tener el carnet de conducir, algo habitual. "Yo ya sabía conducir y cuando me puse a preparar el carnet de conducir lo saqué todo a la primera. Recuerdo que solamente hice tres prácticas, el mínimo para poder hacer el examen y la gente me decía que al saber ya conducir que iba a tener problemas e iba a suspender y no fue así".

Carnet en mano, todavía de aquellos de doblar en tres partes, el primer coche fue compartido. El Renault 11 TCE de su padre fue el primer vehículo que tuvo Javier López, antes de dar el salto al primer y único coche nuevo que ha tenido en su vida. "Después de seis meses, como ya trabajaba, me compre un Citroën Saxo VTS. Compre el 8 válvulas porque al ser tan joven el seguro del 16 era demasiado caro y no podía pagarlo", reconoce entre risas.

Por aquel entonces, ya saliendo con la que es su actual pareja y copiloto Adriana, surgió la necesidad de hacerse con un segundo coche para la vida diaria, ahí surgió el primer clásico, un Seat 600. "Compramos el coche para compartir y para poder trabajar los dos sin depender el uno del otro. Claro, empezamos a prepararlo y a ponerlo bonito y cuando ya estaba listo me dijeron que había unos rallys de clásicos y ahí fue donde conocí a Marcos, que hoy es mi socio, y ya fue mi perdición", afirma.

"Empezamos y no sabíamos ni por donde nos pegaba el aire. Vendimos el 600 a Italia y compramos un Renault 8 Ts, hicimos lo mismo y vimos que en el Nacional había regularidad sport y que tampoco llegaba, así que lo vendimos y trajimos el Alfa GTAM, que compramos en A Coruña y restauramos desde un estado muy malo. También lo vendimos y empezamos con los Escort hasta hoy".

Por aquel entonces, Javier ya veía que la regularidad sport se hacía poco. "Iba a las pruebas y yo quería más, también Adriana, que me decía que me olvidase de las medias y que fuese derrapando, así que pasé a los rallys normales y en 2018 fue cuando fuimos campeones de España de la categoría 5".

Y tras el campeonato, cambio de tercio. "En aquella época me quedé sin trabajo y fue cuando Marcos me llamó para montar el negocio de preparación que tenemos hoy (ahora llamado Past Autos Racing) y que gracias a Dios nos va bien. Ahora mismo lo prioritario es el trabajo y las carreras han pasado a un segundo plano, aunque siempre se tiene algo en mente y las ganas no se van".

En ese sentido, Javier confirma que hay un proyecto en la recámara. "Ahora estoy haciendo Ford Sierra Cosworth tres puertas. Es un proyecto que va con calma por lo que comentaba antes del trabajo, pero en algún momento lo terminaré. Creo que tiene más ganas Adriana que yo, porque me pregunta constantemente por él", reconoce.

Y ante la pregunta clásica de qué coche compraría si no tuviera límite de presupuesto para montar un coche, fidelidad a Ford. "Creo que haría un Ford Escort Cosworth grupo A, que a día de hoy aún sería capaz de dar alguna sorpresa en el Gallego y en Históricos cuando esté admitido y después un Ford Escort MkII con preparación moderna como el que está haciendo Jesús Ferreiro y que tiene un aire a los de los irlandeses, como Frank Kelly, son espectaculares".

La otra vertiente

En el otro lado de su negocio, justo pegado, desde hace unos meses disponen de vehículos de segunda mano, un negocio que se ha destapado como un acierto. "La verdad es que no podemos quejarnos. Trabajamos con coches de menos de cuatro o cinco años y tenemos muy buen retorno porque los coches que vendemos están realmente bien. Sí hemos notado que el cliente ahora mira más y quizá prefiere hacerse con un coche de este tipo antes de gastar el importe en un coche nuevo. Nosotros mimamos mucho a los clientes y creo que están contentos con lo que hacemos", concluye.