La cumbre del clima mide su vigor ante el bloqueo de EEUU

La UE prepara su objetivo de reducción de emisiones de cara a 2035 reclamado para el COP30

Reunión previa del COP30 que tendrá lugar en Brasil.
Reunión previa del COP30 que tendrá lugar en Brasil. | Fabio Rodrigues

La financiación climática volverá una vez más al centro de las negociaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebra en Belém (Brasil) desde el próximo 6 de noviembre. Muchos países llegarán sin haber presentado sus planes de acción nacionales (NDC, por las siglas en inglés), instrumento clave para fijar los objetivos de reducción de emisiones.

En ese grupo podría estar la Unión Europea (UE), que tiene una última votación “in extremis” mañana para cerrar el objetivo de reducción de emisiones para el bloque comunitario para 2040 -y así poder presentar el objetivo para 2035 reclamado para esta cumbre. De acuerdo con Ecologistas en Acción, Bruselas pierde liderazgo climático en una COP que se celebrará casi un año después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, sacara al país del Acuerdo de París, decisión que se oficializará en enero de 2026. Trump lleva meses torpedeando los esfuerzos de cada acuerdo internacional climático en el que EEUU tiene un mínimo de influencia. EEUU ya ha señalado que no enviará a funcionarios de primer nivel. En paralelo, el presidente chino Xi Jinping presentó la NDC de China a finales de septiembre.

Las COP tienen como objetivo discutir sobre los esfuerzos necesarios para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C. La de Belém se centrará en seis ejes: la transición energética, la financiación climática, la protección de los bosques y la biodiversidad, la agricultura y los sistemas alimentarios sostenibles, la justicia climática y la inclusión social y la adaptación y la resiliencia.

30 objetivos claves

De acuerdo con BBVA, Brasil ha propuesto 30 objetivos clave para el encuentro internacional, como triplicar la capacidad global de las energías renovables y duplicar la tasa media anual de eficiencia energética, acelerar las tecnologías de bajas y cero emisiones en sectores de difícil descarbonización e impulsar una transición energética justa y equitativa. En sí, la Cumbre comenzará el lunes día 10 de noviembre y se extenderá hasta el viernes 21. Sin embargo, entre mañana y el 5 tendrá lugar en Sao Paulo el Foro Empresarial y Financiero de la COP30. Inmediatamente después -el 6 y el 7- la acción se moverá a Belén con la Cumbre de Líderes, a la que acudirá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Durante la COP30, la organización brasileña espera que se impulse la Declaración de Lanzamiento del Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés), un mecanismo propuesto por Brasil que pretende asignar pagos a gran escala predecibles y basados en resultados a los países con poseen bosques tropicales, con el objetivo de conservar y ampliar la cobertura forestal.

A su vez, también se prevé el lanzamiento del Llamado a la Acción sobre la Gestión Integral del Fuego, el Compromiso de Belém sobre Combustibles Sostenibles y la Declaración sobre el Hambre, la Pobreza y la Acción Climática. Además, el presidente de Brasil, Lula Da Silva emitirá un Llamado a la Acción Climática para identificar las principales deficiencias en la implementación del régimen climático internacional y proponer soluciones. BBVA también incide en que la COP30 buscará finalizar las reglas para un mercado global de carbono respaldado por la ONU. Este instrumento, ampliamente criticado por las organizaciones ecologistas, permitiría a los países usar créditos de carbono para cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones. En palabras de Greenpeace: “Permite a estas empresas comprar el derecho a seguir contaminando”.

En este sentido, Brasil y Azerbaiyán publican hoy la “Hoja de Ruta de Baku a Belém hacia los 1,3 billones (de dólares)”. Esto responde a la decisión tomada en la anterior edición, la COP29, que instaba a todos los actores a trabajar juntos para ampliar la financiación para acción climática a países en desarrollo “desde todas las fuentes públicas y privadas a por lo menos 1,3 billones de dólares por año para 2035”.

Futuras negociaciones

Estados Unidos (EEUU) influirá en las discusiones de la Cumbre aunque envíe una delegación de bajo nivel. Aunque Donald Trump sacó al país del Acuerdo de París en enero de 2025, las normas implican que esta salida no será efectiva hasta un año después, es decir, en enero de 2026. Fuentes de Transición Ecológica admiten que la Administración Trump provocó “cierta tensión” en las negociaciones climáticas, inciden en que se vio cómo las energías renovables son “rentables”, lo que implica que incluso en EEUU sigan aumentando las inversiones verdes. Además, recalcan la importancia de las “alianzas” y de los espacios de negociación. A su parecer, el liderazgo frente a temas globales es “compartido” y aunque EEUU es un país “muy grande”, hay “muchos otros” que creen en este tipo de soluciones. La presidencia brasileña incluyó en la programación de la COP30 los actos de ONG que se llevan a cabo en paralelo a estos eventos.

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