Negocios de O Barco dicen “no” a las tarjetas de crédito

En pleno siglo XXI, el dinero de “plástico” que ofrecen las tarjetas de crédito ha cobrado más relevancia en la vida de los ciudadanos de todo el mundo, y Valdeorras no es la excepción. Tanto para ir al supermercado como para repostar en la gasolinera o, evidentemente, para tomar algo en un bar, el pago con tarjeta se ha convertido en un hábito. Sin embargo, desde hace un tiempo, cada vez más negocios son reticentes a aceptarlas.

Los motivos son variados: desde el simple hecho de no querer disponer de un datáfono en el local hasta el más habitual, que es evitar pagar comisiones a las entidades bancarias.

En O Barco hay dos cerrajerías: en una de ellas, un cartel en el mostrador avisa “Pago mínimo con tarjeta: 9 euros”, mientras que en la otra directamente no disponen de datáfono. El problema también se extiende a la hostelería. En pleno casco urbano de O Barco, carteles bien visibles en la entrada de algunos locales advierten: “No se cobra con tarjeta”. Otros aplican hasta 20 céntimos de comisión por consumición, mientras que algún bar llega a aceptar pagos por Bizum como alternativa.

Actualmente, los empresarios con datáfono suelen optar por una de dos modalidades: pagar comisión por cada transacción o una tarifa fija mensual. En la Cafetería Bohemio, por ejemplo, aceptan tarjeta sin cobrar comisión al cliente, pero lo tienen claro: “Nosotros tenemos una tarifa por cada transacción, porque nos sale más rentable”.

Los clientes opinan

Entre los clientes, las opiniones son diversas. Algunos, conscientes de la política de ciertos bares, buscan llevar efectivo. Otros, en cambio, optan directamente por no consumir en locales que no aceptan tarjeta. “A veces vamos y no nos damos cuenta de que no llevamos dinero en efectivo encima, y después tienen que pagar por nosotros”, explicó un cliente habitual de una cafetería de O Malecón que sí admite pagos con tarjeta.

Jacobo Arias, presidente del Centro Comercial Aberto de O Barco, explicó que es comprensible la postura de los empresarios. “Los bancos cobran muchas comisiones, entonces les obliga a facturar mucho, si no es inviable. Yo te cobro 2.40 por una Coca-Cola y si tengo que pagar, aunque sean 10 céntimos, ya es mucho. Si fuera por algo de 400 euros seguramente daba igual. Si te avisan de que no cobran con tarjeta, los que no llevan dinero encima están avisados. Entiendo al cliente porque vamos hacia la era del dinero digital, pero también al hostelero”.

Las comisiones bancarias, que suelen oscilar entre el 1 % y el 3 % más una tarifa fija por operación, reducen el margen de beneficio en negocios con ingresos ajustados. Para compras pequeñas, estas comisiones se notan aún más, según explicaron los propietarios de locales reacios al pago con tarjeta.