Liliana Lafuente, ingeniera agrónoma: “Los ciclos del vino tienen un 100% de empleabilidad”

PROFESORA DEL IES RIBEIRO

Es ingeniera agrónoma, y lleva toda la vida vinculada a la industria alimentaria. Hizo también una licenciatura relacionada con Enología. Liliana Lafuente Acuña es ahora profesora en el IES Ribeiro. Y antes ha hecho docencia en todos los sectores de la industria alimentaria.

La ingeniera agrónoma Liliana Lafuente Acuña.
La ingeniera agrónoma Liliana Lafuente Acuña.

Pregunta. ¿Qué piensa de la formación en el mundo del vino en Galicia?

Respuesta.Las personas tienen que estar formadas. La formación da seguridad, es la base, y ha de ser continua. En función de tu realidad tienes que formarte en una u otra cosa. Pero es importante ir creciendo en tu ámbito.

R.Por ejemplo, en viticultura, las técnicas de poda que se estudiaban hace unos años, con formación se está viendo que hay técnicas nuevas mucho más respetuosas con la planta. No solo en la poda, sino en todo el ciclo vegetativo. Hay que tener la valentía de observar y poder cambiar las cosas que no funcionan. Todo esto lo da la formación. También el compartir con otras personas que se dedican a lo mismo. Poneros en común los problemas y así compartir soluciones. Ser generosos olvidándonos de miedos, complejos y egos.

P.¿Cuál es el problema o preocupación que tienen en el sector de la educación actualmente?

R.El principal problema en los ciclos es la falta de alumnado. Los cursos que impartimos tienen una tasa de empleabilidad del 100x 100. Nosotros formamos personas e intentamos que salgan ilusionadas y motivadas para desempeñar su oficio. Hay gente que al acabar el ciclo va a las prácticas y ya no los dejan salir. Ya se quedan empleados desde el principio. Al acabar las prácticas tienen que hacer un proyecto, y hay algunos que vienen después de tiempo a presentar el proyecto y adquirir el título, porque ya se quedan inmediatamente después de las Prácticas trabajando.

R.El trabajo en la viña es duro, se trabaja con lluvia, con frío, con calor… y durante años la gente escapaba de esto. Nuestros padres a veces quisieron para nosotros trabajos más cómodos alejados de este esfuerzo físico. Eso alejó también un poco a la gente del rural. Esto, la despoblación y la falta de jóvenes en el rural han hecho que no todos los años las matrículas sean abundantes. Tenemos un alumnado de mucho nivel. Como decía hay gente que sale con trabajo y hay muchos también que salen a emprender con mucho éxito.

P.¿Cómo cree que puede cambiar al sector la formación de los ciclos que imparten?

R.El sector cambia drásticamente. Un alumno que acabe el ciclo medio sale formado perfectamente para hacer trabajo de viña y de bodega. Una persona que acaba el ciclo superior sale muy bien formada, además, en gestión documental. Eso es importantísimo para que la gente del sector pueda contar con personas que puedan gestionar libros de bodega, los registros de trazabilidad etcétera. Además de todo esto, saber hacer injertos, trabajo de poda, trabajar con bombas en bodega, hacer un “pié de cuba”. Salen sabiendo qué es lo que hay que hacer en cada momento del ciclo vegetativo de la vid.

P.Si pudiera pedir un deseo para el vino de Galicia, ¿cuál sería?

R.No tengo ningún deseo como tal. Desde hace unos años Galicia está viviendo un momento bonito, unos años de respeto, unos años de admiración hacia el trabajo de la gente del vino por los profesionales del sector. Lo que sí deseo es que se siga respetando la tierra, que se siga respetando este trabajo. Ese es mi deseo, que por mucho tiempo se respete y se siga engrandeciendo la viticultura y el trabajo del vino en Galicia.

P.¿Alguna vez algún vino consiguió emocionarla?

R.Muchas veces he bebido vinos que me han emocionado. Se podría decir que soy fácil en ese sentido. Me ha sucedido porque he bebido muchas veces vinos con personas importantes para mí, en momentos importantes para mí. Me han emocionado vinos gallegos y de cualquier otra parte del mundo. Me gustan los vinos blancos y tintos secos, Y además tengo cierta predilección por los vinos espumosos. De hecho, de la zona de Champagne, que me encanta, alguna vez tengo bebido algún vino especial que me marcó. De todas formas no me gustaría decir ningún vino. Porque me parece que no sería respetuosa, porque fueron muchos los vinos que me han emocionado y no podría mencionar todos. Entonces, no sería justa. Hay muchos vinos en Galicia que me encantan. No me gustan los vinos muy intervenidos. Suelen gustarme vinos de poca intervención, que para mí son más sinceros. Y si alguna vez tomo algún vino con alguna pequeña intervención, y no lo noto, olé por ese elaborador o elaboradora. Tengo cierta sensibilidad con los químicos, en la boca y, sobre todo, en los ojos, por eso tengo que escoger bien lo que bebo. A veces es un incordio y tengo que rechazar alguna copa. Por eso para mí, lo mejor es la mínima intervención, pero de forma correcta.

P.¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

R.Mi profesión me encanta. Me emociona el alumnado cuando se interesa por algo. La cara de admiración que ponen los alumnos cuando cuentas algo que les resulta interesante. Poder invitar a productores a que vengan a hablar con los alumnos y que vengan de forma altruista. Me parece súper emocionante. Cuando nos invitan a sus bodegas y nos dan a probar todo lo que hacen. Cuando nos llevan a la viña y nos explican cómo trabajan. Cuando regalan todo su conocimiento, eso es emocionante. Una anécdota que tengo guardada es la de una alumna a la que apoyé para que hiciese la rama de enoturismo. Tiempo más tarde me llama una amiga, que habían visitado una bodega, y que la chica hablaba con mucho cariño de Liliana, una profesora que la había entendido y había sacado lo mejor de ella, y que ahora era feliz en su trabajo. Eso es el mejor de los regalos.

P.¿Por qué los jóvenes deben apuntarse en los ciclos del IES Ribeiro y otros similares?

R.Hay una corriente que dice que solo existe el presente ¿no es así? Cuando te metes en este mundo, es difícil salir de aquí. Es una profesión que cuando empiezas, es difícil que la abandones. Como decía antes, nuestra tasa de empleabilidad es del 100 x 100. Hay muchos caminos y después cada uno va eligiendo el suyo. Hay sitio para todo el alumnado. Se enseña viticultura convencional, ecológica, biodinámica…. También todas las formas de trabajar en bodega. Eso sí, desde el respeto, se habla de todas las formas diferentes de trabajar y gestionar una viña y una bodega. De esta forma los alumnos tienen muchos caminos donde elegir, y así salen siendo grandes profesionales.

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