Oímbra completa su tríptico de “recunchos máxicos”, unas espectaculares sillas-miradores

VISTAS PANORÁMICAS

El concello de Oímbra suma en San Cibrao una nueva silla-mirador que se une a las dos que ya lucen en A Ramallosa y en Oímbra

Las sillas-miradores de San Cibrao (roja), A Ramallosa (oliva) y Oímbra (azul).
Las sillas-miradores de San Cibrao (roja), A Ramallosa (oliva) y Oímbra (azul). | Xesús Fariñas/Carlos Augusto Matías

El alto de Penedo Redondo, en el núcleo de San Cibrao, es el emplazamiento más reciente del concello de Oímbra en albergar una silla-mirador. El lugar escogido esta vez es un punto privilegiado desde el que se puede divisar una amplia panorámica fronteriza, y que permite contemplar varios pueblos portugueses.

Este nuevo mirador en forma de silla gigante (de color rojo) se une a los otros dos “recunchos máxicos”, tal y como figura en ellas grabado, con los que ya cuenta la localidad: A Ramallosa, en Espiño (de color oliva), desde la que se contempla Videferre y la frontera, y el outeiro de Oímbra (de color azul), con una panorámica del núcleo principal, de O Rosal y del vecino luso.

Silla-mirador azul del outeiro de Oímbra.
Silla-mirador azul del outeiro de Oímbra. | Xesús Fariñas

Esta iniciativa del Concello oimbrao se centra en la elección de “vistas panorámicas”, tal y como subraya la alcaldesa local, Ana María Villarino, para posteriormente ponerlas en valor gracias a estas originales sillas de grandes dimensiones, “elaboradas por un carpinteiro de Oímbra”.

La idea de la regidora pasa no sólo por destacar el paisaje con el que cuenta Oímbra, sino que se busca que se conviertan también en un aliciente turístico a través de la creación de una “ruta” que una a las distintas sillas: “Non están colocadas ao azar, buscamos que teñan cores rechamantes que se vexan dende lonxe, e que tódolos interesados se poidan achegar ata elas, andando ou en coche”.

Vista de la silla-mirador oliva de A Ramallosa, en Espiño.
Vista de la silla-mirador oliva de A Ramallosa, en Espiño. | Carlos Augusto Matías

No será la última

Villarino no quiere desvelar nada, pero avanza que habrá dos nuevas sillas-miradores, “unha delas seguramente antes do verán”.

Lo que parece que no será un problema es encontrar nuevos lugares en que situarlas: “Temos moitos lugares bonitos no concello, así que teremos máis ‘recunchos máxicos’”.

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