El 60% de los autónomos no consigue cobrar paro cuando cesa su actividad

El colectivo de trabajadores autónomos cerró 2025 con una ligera mejoría en el número de afiliados. Las cifras provisionales reflejan 3.004 altas frente a 2.969 bajas, lo que deja un saldo positivo de 35 nuevos autónomos, un dato que permite afrontar 2026 con cierto optimismo, según señala David Martínez, presidente de AEPA (Asociación Empresarial de Profesionales y Autónomos).

Se trata, en todo caso, de brotes verdes en un colectivo históricamente castigado, especialmente en su relación con la Administración. “Cuando interesa somos trabajadores, pero para otras cuestiones se nos trata como empresarios”, lamenta Martínez, que denuncia la falta de un encaje realista del autónomo en el sistema laboral y de protección social.

Una de las principales quejas del sector se centra en el acceso a la prestación por cese de actividad. Según los datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en 2025 se registraron 14.133 solicitudes de esta ayuda por parte de autónomos ourensanos. Sin embargo, 8.303 fueron denegadas, lo que supone un 58% de rechazos, es decir, casi seis de cada diez peticiones.

Este problema pone de manifiesto que el sistema de protección social no está adaptado al trabajador autónomo

El acceso a las prestaciones por desempleo continúa siendo uno de los grandes talones de Aquiles del trabajo autónomo. Existe todavía una elevada proporción de quienes solicitan el cese de actividad pero no logra cumplir los requisitos que marca la normativa vigente.

Requisitos

Para poder percibir esta prestación es necesario haber cotizado al menos 12 meses por cese de actividad y, además, justificar de forma fehaciente las causas del cierre del negocio. El profesional debe acreditar pérdidas superiores al 10% de los ingresos anuales o al 20% en dos ejercicios consecutivos, o bien alegar motivos técnicos, productivos u organizativos, causas de fuerza mayor -como la pérdida de una licencia administrativa- o situaciones personales excepcionales, como un divorcio, una separación legal o casos de violencia de género.

Este entramado de exigencias se convierte, según el sector, en una auténtica carrera de obstáculos que no afrontan los trabajadores por cuenta ajena y que pone de manifiesto que el sistema de protección social no está adaptado a la realidad del trabajo autónomo.

El problema, además, no es exclusivo de Ourense. A nivel nacional, las cifras reflejan una situación incluso más acusada. Entre enero y octubre de 2025 se produjeron 419.884 bajas en el RETA, pero muy pocos trabajadores consiguieron acceder luego a la prestación por cese de actividad lo que pone de relieve que existe una gran brecha estructural entre bajas reales y prestaciones concedidas. El colectivo de autónomos pone en cuestión la efectividad del modelo actual porque refleja una preocupante asimetría, porque exige cotizar pero luego pone miles de trabas para acceder a la cobertura.

Crece el autoempleo entre los mayores de 50 años

El presidente de AEPA, David Martínez, se muestra optimista respecto a la evolución de los autónomos en el año 2026. En primer lugar pone como ejemplo jornadas celebradas a principios de diciembre en la ciudad, “Ourense, territorio emprendedor”, en la que que participaron una treintena de jóvenes procedente de todo el país con la intención de poner en marcha su propio proyecto empresarial. Martínez expone la colaboración existente entre agentes políticos, económicos y sociales, lo que a su juicio favorece el desarrollo de las distintas iniciativas. No obstante, el presidente de AEPA cree que todavía hay que seguir insistiendo para no perder el emprendimiento juvenil e incentivar su llegada a este modelo empresarial.

Además, David Martínez cree que en los próximos años va a crecer el número de autónomos ourensanos mayores de 50 años, porque a este colectivo las empresas le están cerrando las puertas y tan solo pueden optar al autoempleo para finalizar su vida laboral.