Acusado de un accidente con heridos en Ourense: “Solo le importaba cómo quedó su BMW”

Pablo C.I. es un viejo conocido de los agentes de Tráfico por su historial delictivo contra la seguridad vial. De hecho, en su hoja de antecedentes le constan 16 condenas desde el año 2015.

A la jueza del Penal 2 tampoco le resulta una persona ajena ya que acaba de ordenar su ingreso en prisión por dos sentencias condenatorias dictadas por ese órgano judicial. Este miércoles volvió al banquillo de los acusados por un delito contra la seguridad del tráfico por conducir ebrio y negarse a realizar la prueba de alcoholemia, en concurso con dos delitos de lesiones imprudentes. La fiscal lo acusó de invadir el carril por el que circulaba otro turismo cuyo conductor y su acompañante resultaron heridos en la madrugada del 30 de julio de 2022. Pero, según declaró un guardia civil de Tráfico que acudió al lugar de los hechos -kilómetro 16,400 de la carretera OU-504, en Carballiño-, tras el accidente, “solo le importaba cómo había quedado el BMW que conducía”. El conductor del otro turismo, pese a que trató de esquivarlo, fue víctima junto a su acompañante de una colisión por raspado. Ambos sufrieron heridas que requirieron tratamiento médico.

Pablo solo sopló por el etilómetro en una ocasión, cuando la ley exige dos, tal como explicó uno de los agentes. Y, según se detalla en el ticket, arrojó 0,90 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Además, “se mostró déspota”, con un comportamiento “agresivo y desafiante”. “Estaba fuera de sí”, aseguró uno de los guardias civiles.

Los lesionados también manifestaron en el juicio que “estaba afectado por algún tipo de sustancia”. Según el conductor, “su actitud era desafiante” y le amenazó en la ambulancia.

Su abogado pidió la absolución, alegando la nulidad del proceso en tanto que cuestionó el atestado por las incongruencias que presenta sobre si realmente realizó o no la prueba de detección alcohólica. El propio inculpado atribuyó la invasión del carril al otro turismo implicado en el siniestro y negó que hubiera realizado el test de alcohol. La fiscal, por su parte, reclamó una condena de nueve meses de prisión, pérdida de vigencia del carné y 18 meses multa a razón de seis euros al día.