Támara Echegoyen, deportista ourensana de vela: “El éxito no solo es conseguir objetivos, es hacerlo con tus valores”

AFILANDO INCONFORMISMOS

La deportista ourensana Támara Echegoyen repasa su inconformismo de la mano de La Región y todos sus logos en su trayectoria vinculada a la vela.

Publicado: 03 nov 2024 - 07:00 Actualizado: 05 nov 2024 - 20:43

Imagen principal WEB (8)
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Támara Echegoyen (Ourense, 1984) fue abanderada en los Juegos Olímpicos de París. Campeona olímpica, mundial y europea, ha asumido retos como The Ocean Race, la gran vuelta al mundo de vela. Afirma que en la vida de un profesional hay que tomar decisiones, como su renuncia a formar parte del equipo femenino de la Copa América: “En este caso era la mejor que podía tomar y me siento muy orgullosa de ello”. Ahora dice que es tiempo de descansar. Como buena lectora, la acompañarán los libros: “Estoy con ‘La biblioteca de los nuevos comienzos’, de Michiko Aoyama”.

¿A qué sabe ahora París?

Sabe agridulce. Ha habido vivencias y emociones en los dos extremos. Llegamos preparadas y con opciones de pelear, pero París no nos dejó brillar. Con el tiempo todo se relativiza y eres capaz de ver las partes positivas. Poco a poco vas sacando más provecho, incluso a la sensación que muchas veces tenemos de no conseguir los objetivos y de que hay un fracaso, y la frustración que conlleva. Pero ahora me encuentro en una situación en la que toca disfrutar de lo hecho, del descanso y de ser capaz de sacar lo excepcional que fue llegar a unos Juegos, independientemente del resultado final.

¿Su despedida es definitiva?

Han sido más de 20 años dedicada a las cuestiones olímpicas. Una dedicación tan exclusiva te regala cosas magníficas pero, al mismo tiempo, también te quita. Y te quita tener tiempo para otros retos. Creo que he tenido una carrera muy exitosa, pero sí es hora de decir adiós, aunque me duela mucho. Ha llegado el momento de decir muchas gracias, pero tocan otras metas.

Después de unos Juegos Olímpicos, ¿llega el olvido de la gente?

La realidad es que sí. Cuando dejamos de ser visibles la gente nos olvida, no por mal, si no porque tienen más fácil acceder a otros deportes. Yo puedo conseguir muy buenos resultados, pero si tú no me das visibilidad, la sociedad no lo va a saber. Es un poco injusto y triste. Hay deportistas de los que siempre hablamos, porque son ejemplos, sin duda, pero desconocemos la cantidad de estrellas que hay en España en deporte. Hay una constelación, pero el foco está tan cerrado que se pierden muchas historias que a la gente le encantaría conocer.

Una de las cosas más bonitas que me ha pasado es que todos los gallegos sienten que soy de su casa

¿Cuánto influye el aspecto monetario?

Es un poco lo mismo. Si eres mediático, puedes tener más empresas interesadas en ti para publicitar sobre tu marca. Al final todo está relacionado. También hay que ser realistas en cuanto lo que generan unos deportes sobre otros. Pero si unos ya generan muchísimo, qué menos que poner un poco de esfuerzo en otros para intentar que puedan tener más visibilidad.

Navegar con viento desfavorable, ¿más difícil en el mar o en la vida?

La dificultad es igual en un lado que en el otro. La diferencia está en cómo respondes. Eso es lo que te define, no sólo como deportista, si no como persona. Tanto en la vida como en el deporte hay mucha cuesta abajo, pero también muchas formas de levantarse. De todas ellas aprendemos.

Hablando de caerse, ¿qué ayuda más a progresar, los triunfos o los fracasos?

Sin lugar a duda los fracasos. Es cierto que de los triunfos también se aprende, pero mucho más cuando las cosas no van bien. Ahí es cuando realmente se saca el valor de los proyectos, de las personas, de los equipos. Creo que a la hora de hacer una valoración de mi carrera, un punto clave fue saber que, seguramente, los triunfos han venido porque antes hubo muchos fracasos o muchos errores. Hay que cambiar un poco la visión que tenemos de ellos, porque son esenciales en el proceso de aprendizaje.

¿Es más fácil trabajar en equipo o en solitario?

La mayor parte de mi vida he trabajado en equipo y ahí me siento mucho más cómoda. La gente cree que un equipo es un grupo de personas sin más, y eso dista mucho de la realidad. En un equipo, sus miembros luchan con un objetivo en común. Para eso tienes que tener unas prioridades que distan mucho de lo individual. Disfruto mucho del trabajo en equipo, porque lo más bonito de conseguir algo es poder compartirlo.

“Es hora de mirar a la vela con otros ojos y reconocer lo mucho que aporta”. ¿Qué ojos son esos?

Arrastramos muchos prejuicios, algunos basados en realidades. No voy a engañar, un deporte en el que dependes de un barco tiene unos costes, si hablamos de alto rendimiento. Pero la vela se está abriendo a la sociedad de una manera popular. Somos un país rodeado de agua, con una costa preciosa. La gente simplemente tiene que saber navegar, abrirse al mar y disfrutar. Además, es un deporte que ayuda a trabajar en equipo.

¿Qué pone más límites, la mente o el físico?

Creo que siempre la mente. Porque cuando el cuerpo llega a su límite, si la cabeza sigue tirando, puedes seguir un poco más. Tenemos un potencial ahí arriba que muchas veces no valoramos. Va mucho más allá del físico y es increíble cuánto mueve los límites.

¿Qué es para usted el éxito?

Depende de las situaciones. Podría haber muchos tipos de éxitos. Cuando digo que es una actitud es que tienes que tomar decisiones en tu vida que te permitan llegar y, por lo tanto, también tienes que querer. Es cierto que mucha gente quiere y no llega. Pero el éxito no solo es conseguir objetivos, si no hacerlo teniendo en cuenta tus valores. A veces es muy complicado, sobre todo en el ámbito de la competición. Para mí fue hacer todo lo que me propuse de acorde a los principios que predico en mi vida, y eso le da valor a mis campañas olímpicas. El éxito es el camino.

Nacida en Ourense e hija adoptiva de Cotobade , ¿cómo se combina?

Me siento ciudadana de casi toda Galicia y siento el apoyo y el cariño de todas las provincias. Soy ourensana de nacimiento, casi toda mi vida he vivido en Pontevedra, estudié en A Coruña y mi madre es de Lugo. Una de las cosas más bonitas que me ha pasado en el deporte es que todos los gallegos sienten que soy de su casa.

¿Cuál es su mayor miedo ahora?

No sé si es miedo, pero la incertidumbre de no saber qué me va a deparar el futuro no es agradable. Aunque tengo claro hacia dónde mirar y eso me da tranquilidad. También saber que lo conseguido en mi vida ha sido a través de mi trabajo y de lo que yo he hecho, no ha dependido de otras personas. Ahora mi prioridad es centrarme en mí, lo que hasta cierto punto también es trabajar

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