Xavier Bermúdez, director de cine ourensano: “O Novo Cinema Galego fue una marca inventada por tres amigos”

Xavier Bermúdez (Ourense, 1951) es un reconocido director, productor y guionista de cine. Entre otros muchos, ha dirigido títulos como “Luz negra” (1992), Nena (1997) o Olvido y León (2021). Además, en 1994 funda la productora Xamalú Filmes, junto con Manane Rodríguez y Luís Fernández. Reconocido en numeroso festivales nacionales e internacionales, es el único español que ha logrado el premio a mejor director en Karlovy Vary y en 2018 fue Calpurnia de Honor en el OUFF.

“Dos pés á cabeza” es el título de la monografía escrita por Edu Galán sobre usted y publicada por el OUFF. ¿Trabaja usted así realmente, empezando por los pies?

Al menos trabajo paso a paso, lo que ya implica contar con los pies… Pero va todo junto, o así me gusta pensarlo: pies, cabeza, corazón…Creo que Eduardo Galán ha sido el observador más sensible a la aparición de pies en mis películas, pero se ve que además apreció que la cabeza también intervenía. En cualquier caso, ese título viene a subrayar una atención totalizadora por su parte. Pero debo añadir que no concibo la posibilidad de un cine verdaderamente realista o sinceramente surrealista que no se ocupe de los pies.

En su profesión, ¿a veces hay que dejar la razón a un lado y guiarse más por el corazón?

No sé, no sé si es razonable en estos tiempos intentar vivir del cine. Hablo de vivir del cine por parte de alguien que quiere contar algo muy específicamente y no ser un mero engranaje más en una estructura industrial. Demasiado tarde para mí para planteármelo. Tenía que haberlo hecho mucho antes. Tampoco sé si hubiera sabido hacer esa separación entre corazón y razón. Porque entre las pocas cosas buenas que estimo haber aprendido en mi paso por este mundo, una de las que más destacaría es ésta precisamente, y que aprendí de mi maestro y amigo Agustín García Calvo: No se pueden separar corazón y razón. La razón ha de ser la punta de lanza del corazón. Quizá por presentir esto me gusta tanto la palabra cordura, que etimológicamente une corazón y sensatez (nuestro sentidiño).

¿Dónde sitúa el grado máximo de libertad para un creador?

Hablando solo por mí, los obstáculos a la libertad solo los he encontrado en el presupuesto. Censura oficial no hay. Que te castiguen por no autocensurarte o por otra cosa sí puede ser, y acaba afectando a la financiación y por lo tanto al presupuesto y finalmente a la película. Pero a la hora de imaginar las películas lo hago sin miedo y sin miramientos. A la hora de preparar el rodaje sí pienso en el presupuesto. Nunca estoy libre de las limitaciones de la financiación ni de las del presupuesto. Son mi único censor. Poderoso censor, sin duda.

“Vivo de recibir noes. Algún día si me acuerdo, contaré la historia de algunos de esos noes”

¿Qué es o fue el Novo Cinema Galego?

O Novo Cinema Galego fue una marca inventada por tres amigos para su propia autopromoción. Luego se la apropió más gente para lo mismo. Hay que reconocer que ha sido una marca de éxito. Pero hablando en serio, no hay realmente nada, ni punto de vista, ni lengua, ni temática, ni estilo, ni situación generacional que una a las distintas películas que supuestamente sostienen esa marca y justifique la aplicación de dicha etiqueta.

¿Cómo de importante es la paciencia?

La paciencia, la tenacidad, son cualidades indispensables en la mayoría de los casos. No digo que en todos. Por lo general productores y directores somos corredores de fondo, no velocistas. Más de Maratón con vallas que de cualquier otra prueba. A nosotros en Xamalú Filmes cada proyecto nos lleva varios años poder sacarlo adelante, a veces demasiados. Por cierto, Xamalú acaba de cumplir sus 30 años de existencia.

¿En qué espejos se mira?

Admiro y estudio sin descanso a Buñuel y a Víctor Erice, entre otros muchos, pero a ellos dos a los que más. No es que me vea en ellos. Y los estudio no para hacer lo mismo, misión imposible, sino para aprender a coser el todo que una película es, con el hilo casi invisible de un sentimiento, de un pensamiento. También intento encontrarme y encontrar recursos en el espejo de la poesía: Machado, García Calvo, Szymborska…

Cuando recibe un no, ¿se viene abajo?

Vivo de eso. Vivo de recibir noes. Algún día si me acuerdo contaré la historia de algunos de esos noes.

Abstraerse del mundo en el que vivimos, ¿es bueno para la creación o es un error?

Me parece imposible. El cine, aunque se ocupe de los sentimientos más recónditos debe tener siempre en cuenta la realidad inmediata. No le queda otro remedio: la propia máquina tiende al realismo. Solo los tratamientos post la alejan de él. Es cierto que hay quien intenta abstraerse, como dice usted, del mundo. Pero el mundo no se abstrae de uno, está dentro de nosotros. Cualquier fabulación por fantástica que sea está marcada por el mundo en el que te has hecho y vives. Es mejor saberlo y tenerlo en cuenta.

¿Qué le duele más cuando se habla de cine?

La repetición de estereotipos. No importa cuáles. Que se anteponga la economía o su cualidad plástica, tecnológica, a la narrativa o dramática. Que se olvide constantemente su carácter esencial de arte temporal, de arte del tiempo. Siempre me ha sublevado un poco que cuando se habla de la enseñanza del cine se hable sobre todo de enseñar “a hacer cine”. Más bien habría que volver a aprender a verlo. Se hace imprescindible aprender a ver cine. Y lees a algunos críticos… por ejemplo el otro día me pasan una declaración de uno en la que dice que no le gusta Luis Zahera por su acento gallego …¡Manda carallo! ¿Se puede ser más imbécil? ¿Con qué criterio se enfrenta este elemento a las películas que ve y juzga? ¿Se puede vivir con un humanismo tan chato, tan chato que de humanismo no tiene nada, que es más bien su negación? ¿Cómo se puede ir así al cine? ¿Qué ha aprendido este pobre hombre tras tantas sesiones cinematográficas? ¿De dónde saca ese narcisismo autocomplaciente para descalificar a nadie desde tan miserable concepto? Esto es puro etnocentrismo fascistoide. Y también duele cuando ves que con él se ataca a gente con indudable talento.

¿Es usted inconformista?

Depende. A veces me conformo con facilidad, para no perder mucho el tiempo con según qué cosas. El inconformismo lo reservo para las batallas que me parecen importantes.

Si no hubiera nacido en Ourense, ¿hubiese sido distinta su trayectoria profesional?

Amiga, no concibo no haber nacido en Ourense.