Los autónomos de Ourense ponen el acento en su "indefinición"

TRABAJADORES EN TIERRA DE NADIE

Las asociaciones profesionales afirman que la administración les considera empresarios para algunas funciones, y trabajadores para otras

Trabajadora de un local de hostelería.
Trabajadora de un local de hostelería. | Miguel Ángel

Los trabajadores autónomos han vivido en pocos días cómo el Gobierno central pasaba de llevar al Congreso un incremento de las cuotas que deben pagar, a congelarlas tras la reunión de las principales asociaciones de trabajadores por cuenta propia y la ministra de la Seguridad Social, Elma Sáiz; quien afirmaba que “la nueva propuesta recoge todas las sensibilidades. Congela las cuotas por rendimientos netos mensuales en los tres primeros tramos, y a partir de ahí, se propon una tasa dde entre el 1 y el 2,5% para la horquilla de quienes obtienen rendimientos de entre 4.000 y 6.000 euros”.

la legislación laboral española no ha definido con claridad qué es un autónomo y cuáles son sus responsabilidades

Para llegar a esos rendimientos, un autónomo debería facturar entre 6.500 y 7.000 euros mensuales, dependiendo del campo profesional y de si tiene o no empleados. Desde la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae), su secretaria general, María José Landaburu, expresaba que “la reforma del Reta -el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos- debía ser una oportunidad para equilibrar el sistema, no para profundizar las desigualdades”.

Además, la propuesta del Gobierno pone de manifiesto que “nos consideran empresarios para algunas cosas, y trabajadores para otras”, según indica el presidente de la Asociación Empresarial de Profesionales y Autónomos de Ourense (Aepa).

Responsabilidad clara

Martínez cree que “la legislación laboral española no ha definido con claridad qué es un autónomo y cuáles son sus responsabilidades”. Esa indefinición lleva a que “la administración nos considere empresarios para algunas cosas, y trabajadores por cuenta ajena para otras”; por lo que el primer paso para solucionar este conflicto sería “definir claramente las ventajas e inconvenientes de ser autónomo”, pues la reforma que se apunta tiende a igualarles con los trabajadores por cuenta propia, pero “no tenemos garantías de una mayor cobertura tras la subida de cuotas”.

Otro de los problemas, a ojos de Martínez, está en que “No se pude hacer una transposición directa de los deberes de un trabajador asalariado al autónomo, pues el primero tiene siempre claros cuáles van a ser sus ingresos y el segundo, no”.

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