Barquero deja el acta y el socialismo implosiona

CRISIS MUNICIPAL

El histórico edil se va tras el polémico pleno, al que solo fue la mitad del grupo

Publicado: 17 oct 2025 - 06:10 Actualizado: 17 oct 2025 - 14:19

José Ángel Vázquez Barquero
José Ángel Vázquez Barquero | La Región

El concejal socialista José Ángel Vázquez Barquero, militante desde 1998, anunció que dejaba su acta de concejal apenas dos horas después de que la mitad de sus compañeros rescataran al alcalde -en un pleno al que no asistió él, ni tampoco el exalcalde Paco Rodríguez y la edil Cristina Cruz, 3 de 6-. Su marcha es la consecuencia de un polémico cambio de rumbo cocido a nivel local que ha sumido al partido en su crisis de identidad más grave.

La dimisión de Barquero muestra fractura en el socialismo en la ciudad. El pretexto oficial que dio el dimitido es la “incompatibilidad profesional” con su trabajo en el Campus, pero es vox populi el desacuerdo con la nueva estrategia del grupo municipal. Su marcha, según algunas fuentes, llevaba un tiempo meditada -sus intervenciones últimamente eran escasas- y lo de ayer fue el detonante. Eso sí, dejó claro que seguirá militando en el partido.

Barquero no es cualquiera. Ganó en dos ocasiones las primarias del PSOE para ser candidato a la alcaldía. Sin embargo, en 2019 renunció a ser candidato por desacuerdos internos. Ahora deja su acta tras su regreso a la política en 2023 de la mano de Paco Rodríguez.

El afán por “ocupar un espacio propio” desata una crisis, deja al partido como “muleta” del alcalde y destapa otras sospechas

La polémica decisión socialista de rescatar a Jácome se habría gestado exclusivamente a nivel local, con un secretismo que sorprendió a cargos del partido en Ourense, Santiago y Madrid. De hecho, fuentes consultadas lo desligan por completo de una estrategia de fondo vinculada a posibles movimientos en la Diputación, descartados a estas alturas del mandato.

Un giro para "ocupar un espacio propio"

El debate se inició la semana pasada en el seno del grupo municipal, donde un sector, con las concejalas Natalia González y, especialmente, María Fernández, a la cabeza, defendió la necesidad de un giro para “ocupar un espacio propio”, ya que daban por descontado que el PP acabaría apoyando en una nueva votación a Jácome. Este “cambio de estrategia” estaría alimentado por unas perspectivas electorales malas, ya que las encuestas vaticinan un revés importante para los socialistas. El problema es que en su afán por ocupar un espacio, muchos creen que se han quedado sin ninguno.

En el sector más crítico, la maniobra se percibe como un desastre. Sostienen que la línea roja que nunca debió cruzarse era la de convertirse en la “muleta” de Jácome y que el seguidismo al alcalde acabará por destrozarlos.

Más allá del debate estratégico, en círculos socialistas, en busca de explicación a lo inexplicable, se abría otra especulación que apuntaba gran parte del peso de la decisión a María Fernández, portavoz ayer en el debate donde apoyaron a Jácome. En estos círculos, se vinculaba la decisión de dar el sí a Jácome a la relación familiar que la concejal mantiene con un empleado de Extraco.

Esta sospecha añade una capa de posible interés personal a una decisión que ha fracturado al grupo. Sea una maniobra fallida, una crisis de liderazgo o una suma de intereses, el resultado es el mismo: el PSOE se sume en el desconcierto.

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