Bryan Álvarez, del boicot en Nicaragua al activismo político ourensano
LA NUEVA OURENSANÍA
Dejó Managua a punto de cumplir su mayoría de edad, y se asentó en Ourense con su hermana y sus padres. Apenas tres años después reside por su cuenta en A Valenzá (Barbadas), estudia Derecho al tiempo que trabaja y mantiene militancia política.
Desprende simpatía Bryan Josue Álvarez Lacayo, además de una reconocida conciencia de clase. “¿Yo?, 100% obrero”, que no siervo, como reza su segundo apellido, se pelea la justicia este joven nicaragüese que, además de estudiar Derecho, trabaja dando clases de inglés y en una cafetería los fines de semana.
Cayó por aquí esta joya por motivos bastante habituales. “Ourense me pareció una ciudad compacta, con alquileres asequibles”, reconoce, pero añade un dato curioso Byan: “Veo que hay activismo político, que para mí es un imán”, declara.
Padre pintor de brocha gorda, madre hostelera y hermana pequeña le acompañan en Ourense, pero él vive emancipado. “Vecino de A Valenzá”, informa. Joven pero maduro, eso nos queda claro. Dejaron su país por cuestiones de seguridad. “En Managua era muy activo en las redes”, comenta. Según él daba caña al Gobierno, participó en un boicot a las elecciones nicaragüenses de 2021.
“Mi papá tenía la broma recurrente de que me iba a llevar los cigarros a la cárcel”, comenta. Pues qué va a hacer un padre si ve un hijo camino a la trena, antes se sacaba de cinto, hoy por fortuna hay alternativas.
Repaso internacional
“Siempre tuve una suerte de médula bastante extraña por la política”, reconoce. “Invitar a que las personas no vayan a votar era una forma de declarar que no reconocemos el resultado de las elecciones”, explica. Le preguntamos cómo funciona eso en términos prácticos y puntualiza diferencias con la política de este lado. “Básicamente en una dictadura puedes mentir sobre los resultados, pero no sobre el número de participantes”, desgrana. El porcentaje de personas que votan, según él, se vuelve, irrelevante. “Sirvió para deslegitimar al gobierno como tal”, añade. “La única forma de sacar una dictadura pasa por la insurrección popular”, opina. “Nicaragua, Venezuela y Cuba tienen sistemas contaminados, el sistema electoral no funciona”, aclara.
En cuanto al régimen de sanciones de otras potencias, o injerencia extranjera, continúa Bryan: “Vemos en el caso de Oriente Medio una intervención sangrienta que acaba implicando destruir a la población, como desafortunadamente ocurre en Gaza”, comenta. Luce este joven una banderita palestina en la solapa. “Yo no puedo defender que un estado que tenga la capacidad de realizar operaciones quirúrgicas para deshacerse de líderes terroristas, no obstante arrase a la población, lo considero genocida”, opina. “Espero que Netanyahu esté algún día frente a los tribunales internacionales”, concluye.
Le preguntamos por Ucrania, y también sobre su guerra opina. “Es una total cobardía por parte de los EEUU que intervenga para conceder una soberanía que además corresponde al pueblo europeo”, comenta.
Sobre política local
“Vivimos un periodo de decadencia ourensana, con un alcalde que desafortunadamente está jugando con la igualdad, que cree que solamente por hacer fiestas, la ciudad va a avanzar”, declara. Opina que la colaboración con el Campus, o en materia de servicios públicos, conduciría a una política joven responsable. Es Bryan Álvarez secretario de igualdad en las Xuventudes Socialistas de Ourense.
Le dejamos caer sin tapujos a Bryan lo que se especula acerca de sus compatriotas latinos y la tendencia en las urnas y se muestra contundente. “La clase trabajadora tiene un problema, siempre vota su autodestrucción”, sostiene. Y menciona la famosa ‘campaña de Latinos for Trump’. “Imágenes tan icónicas como la de la BBC, de un latinoamericano siendo arrestado, pero con la camiseta de Trump puesta”, presenta pruebas de su discurso. Tiene Bryan las ideas muy claras, y una lengua de pocas vergüenzas. “¿Votamos al chistoso de la clase? ¿Poner dos orquestas latinas es ser buen alcalde?”, se pregunta Bryan. Nosotras solo citamos entre comillas, aludidos a Bryan.
Sobre extranjería
“Mi mayor objetivo es ser abogado laboralista y también conseguir cambiar la ley de extranjería”, confiesa. “No pido becas, o un aumento de presupuesto, que se regale la nacionalidad española, o derecho a votar, pero sí que se pueda tener un contrato laboral, trabajar”, reivindica. “No quiero ver que personas mueren por un paro cardíaco en una explotación olivarera, porque son inmigrantes indocumentados”, refiere Bryan a casos que salen en prensa que desde luego son cuando menos escalofriantes. Cuenta además una experiencia familiar, un intento de agresión sexual que sufrió su madre. “Llegó al País Vasco y su casero quería cobrarle de esa forma cuando ella no pudo asumir la renta de una semana”. Relata Bryan abusos tanto en el pago del alquiler, como los añadidos de otra naturaleza.
Nos toca despedirnos de él, hombre de opiniones donde las haya. “Estar de a cachimba” no es lo suyo, por mucho que sea una expresión de Nicaragua. “Es un poco lo que veo en el alcalde”, remata para gol el estudiante, acusa al regidor de vivir alegremente. De nuevo: aludidos a Bryan.
“Vai chamar ós cans”, le da risa a Bryan con esta sentencia gallega, según él una metáfora. Algo así como vete a tomar viento a la farola, su versión castellana más vintage. Pues con este final concluimos interrogatorio, no para mandarlo a Parla, pero sí para que coja aire. Buena falta hace para seguir denunciando abusos, criticar gobiernos y, por qué no, pedir cuentas a alcaldes.
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