Cuatro detenidos en el golpe policial contra la venta de drogas en el centro de la ciudad

La operación “Cuáquer”, desarrollada por el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional de Ourense para erradicar el menudeo en zonas de ocio, se saldó con cuatro detenidos y la desarticulación de un importante punto negro de venta de droga en la zona de los Vinos. Los agentes practicaron durante la mañana de este jueves tres registros en viviendas situadas en el centro de la ciudad -calle Villar, la Praza do Ferro y la calle Progreso- que conformarían un triángulo de tráfico de drogas al menudeo en pleno centro neurálgico de la movida nocturna de la urbe, una ubicación estratégica para no levantar sospechas.

La intervención del Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional permitió liquidar lo que consideran “un punto negro de venta”, el cual estaba ubicado en el centro, en la zona de ocio del Casco Vello de la ciudad. Todo comenzó el pasado enero, cuando las labores de prevención de las distintas unidades de la Brigada de Seguridad Ciudadana sumadas a las diversas fuentes policiales y la colaboración ciudadana pusieron a los agentes tras la pista de un triángulo de tráfico del menudeo en la zona de Vinos.

La investigación culminó con tres registros efectuados el jueves, en los que los agentes se incautaron de alrededor de 450 dosis de cocaína, con un valor estimado de más de 8.000 euros. Además de esta sustancia, también requisaron en los pisos MDMA, hachís y marihuana así como útiles de pesaje como una báscula. Respecto al dinero, encontraron aproximadamente 2.000 euros en metálico que procederían de la venta de droga.

El trasiego de clientes en este triángulo del menudeo -calle Villar, la Praza do Ferro y la calle Progreso- era significativo, por lo que el volumen de ventas realizadas en los últimos tres meses destacaba por ser muy alto.

De los cuatro detenidos en esta operación, desarrollada entre el miércoles y el viernes, uno pasó este viernes a disposición judicial investigado por un delito contra la salud pública. Este hombre, de mediana edad, sería el cabecilla. Según fuentes cercanas a la investigación, llevaba mucho tiempo dedicándose a esta actividad delictiva, pero nunca había sido detenido con anterioridad.

Los otros tres arrestados en la operación del Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional actuaban como “posibles colaboradores del principal implicado”. Tras las actuaciones realizadas este viernes, la operación quedó cerrada y ahora es el turno de la fase judicial.

Despliegue preciso y discreto

El despliegue realizado por el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional fue preciso y discreto, ya que, pese a producirse en pleno centro de la ciudad y de día, no llamó la atención de los viandantes evitando así la presencia de curiosos que siempre dificultan este tipo de intervenciones. Además, los agentes tenían los movimientos de la operación estudiados al milímetro para que nada fallase y así poder desarticular un piso franco utilizado como narcopiso en plena calle San Miguel, culminando con éxito la operación.

Precisamente en esta calle fue donde comenzó el dispositivo este vierrnes. A las 11,00 horas los agentes accedieron encapuchados a un edificio ubicado entre una joyería y un conocido restaurante. En uno de los pisos, estuvieron casi dos horas. A las 12,52 salieron por la puerta con varias cajas con material incautado y con un hombre de mediana edad detenido. Salió cabizbajo y se montó rápidamente en el vehículo policial portando una gorra y con las manos tapadas con una chaqueta.

Este no fue el primer detenido, ya que el día anterior, el miércoles, los agentes sorprendieron in fraganti al principal investigado realizando un trapicheo de droga en las inmediaciones de su domicilio, en el Casco Vello de la ciudad.

Tras el registro en la calle San Miguel y siguiendo el plan establecido, el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional se desplazó acto seguido a un piso de la calle Progreso, ubicado a unos 200 metros del punto anterior. Allí los estaba esperando un coche patrulla con un agente apostado en la entrada del edificio para evitar imprevistos.

Este registro comenzó pocos minutos después de las 13,00 horas y se prolongó durante hora y media. Los agentes salieron del edificio de nuevo con cajas precintadas que contenían material incautado, posibles pruebas inculpatorias del tráfico de estupefacientes. En este punto, se llevaron detenidas a dos personas.

Seguidamente, acudieron a la calle Villar, donde practicaron la última entrada del día. Accedieron a un piso remodelado recientemente y estuvieron algo menos de una hora saliendo del mismo también con cajas de material incautado.

Con la finalización de la operación “Cuáquer” se da por desarticulado un importante punto de venta de droga en el centro de la ciudad.