El derribo de los depósitos en las obras de la estación cambia el paisaje en A Ponte
AVENIDA DE MARÍN
Las obras de la estación intermodal han obligado a retirar estos dos icónicos depósitos del barrio de A Ponte, pese a las voces críticas
Las demoliciones en las obras de la estación intermodal de Ourense se han ido sucediendo desde que las reformas comenzaron hace aproximadamente un mes. Naves, almacenes y, más recientemente, los dos icónicos depósitos de agua ubicados en la Avenida de Marín, han sido algunos de los elementos borrados del paisaje pontés. La demolición de estos dos tanques ha terminado definitivamente este miércoles cuando fueron borrados del mapa por completo.
Sin embargo, a la fuerte identidad y personalidad que la estación ourensana rezumaba antes de su reforma no le han faltado defensores. Carlos Tavares, presidente de la Asociación Nova Vía para la preservación del patrimonio ferroviario en Ourense, apuntaba en el momento que se supo de la demolición de estos dos elementos que “los depósitos de agua que ahora se retiran son señas de identidad de la ingeniería ferroviaria, como las grúas de agua con las que se abastecía a las locomotoras de vapor y otros elementos que han ido sucumbiendo por falta de interés para su preservación”.
El estilo regionalista, que busca un equilibrio entre la arquitectura y el paisaje, es uno de los rasgos característicos de esta línea, y es uno los motivos por los que se alzan las voces críticas con la demolición. Además, se ponen en valor otras cualidades de la vieja estación, como que fue la primera que se hizo en España sin pasos a nivel.
Los depósitos deben desaparecer
A pesar de que esta identidad primigenia cuenta con sus defensores, la verdad es que para construir la nueva estación de RENFE, estas dos grandes torres deben ser retiradas en lo que es un paso más hacia la construcción de la futura estación intermodal. Y aunque la pretensión original del proyecto constructivo es reciclar en parte la vieja estación, la realidad es que los vecinos de A Ponte deben ir asumiendo como parte del nuevo paisaje la falta de estos dos depósitos, vestigios de la corta etapa del vapor que vivió la estación de Ourense Empalme.
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