Uno de los dos detenidos por el crimen del flautista acumula dos nuevas condenas
JUICIO POR ROBO
Fue condenado este lunes a un año y medio de prisión por un robo y una tentativa de otro, el cual no pudo culminar al ser pillado in fraganti por la Policía Local.
Enrique E.D. se ha convertido en un habitual este año en los banquillos de los penales ourensanos, principalmente por temas relacionados con robos. Ayer incluso hizo doblete, ya que fue juzgado en dos procedimientos distintos en el Penal 2 de Ourense, donde compareció por videollamada al encontrarse en la prisión de Teixeiro, donde está ingresado por su supuesta participación en el crimen del flautista callejero Jorge Gómez, un homicidio que está previsto que se juzgue el año que viene en la Audiencia Provincial.
En ambos juicios admitió los hechos y vio así reducida su pena respecto a la petición inicial de Fiscalía, que interesaba casi cuatro años de prisión sumando las dos causas. Finalmente, Enrique E.D. fue condenado a un año y seis meses de prisión.
En la primera vista admitió que en la madrugada del 19 de abril de 2024 entró en una mercería de la avenida de Santiago forzando una persiana y la puerta. Una vez en el interior metió dentro de bolsas de plástico mercancias de bisutería e intentó coger 230 euros de la caja registradora. Sin embargo, fue sorprendido por la Policía Local de Ourense mientras estaba perpetrando el robo, por lo que finalmente no pudo conseguir su objetivo. Por este hecho, fue condenado ayer a seis meses de prisión al aplicársele una atenuante de drogadicción.
Tras ello, fue nuevamente juzgado por otro robo. En esta ocasión ocurrió el 19 de febrero de 2024, fecha en la que Enrique E.D., tal y como él mismo reconoció ayer en el Penal 2 de Ourense, rompió el cristal de la ventanilla delantera derecha de un turismo que estaba estacionado y se llevó de su interior documentación, un juego de llaves, unas gafas de sol y una linterna. En este caso, fue condenado a un año de prisión tras el acuerdo entre su abogada y la Fiscalía, quien interesaba en su escrito una pena de tres años de prisión.
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