Javier Barja, guardia civil en Ourense: “La ingesta de alcohol provoca una falsa sensación de seguridad en el conductor ”

En Galicia, se detectó alcohol o drogas en el 40 por ciento de los fallecidos (o causantes) en los accidentes de tráfico ocurridos a lo largo del pasado año. En los 14 fallecidos de este 2025 en la provincia de Ourense, hay ya dos casos confirmados, en los que irrumpió el alcohol y la cocaína como factor desencadenante (una víctima dio positivo a esta droga en el primer trimestre del año), según fuentes policiales. Pero hay otros dos fallecidos bajo sospecha (pendientes de la confirmación de los resultados definitivos de la autopsia).

El capitán responsable del Subsector de Tráfico de Ourense, Javier Barja, recuerda que alcohol y conducción son un pésimo mal cóctel. “La ingesta de alcohol provoca una falsa sensación de seguridad en el conductor por la sobrevaloración de las capacidades: piensas que controlas cuando, por contra, se produce una pérdida considerable de las habilidades de percepción y coordinación”, explica.

Asegura que los agentes ven “a menudo” accidentes con presencia de alcohol u otras drogas, pero, “con resultados graves, muertos o heridos, por suerte, no son los más”.

El perfil del conductor que da positivo en alcohol “se sitúa en la franja de edad entre los 35 y 60 años”, según destaca el capitán.

Aunque el número de víctimas ya igualan a las de todo 2024, el foco de la siniestralidad mortal del año en curso está sobre los peatones y motoristas.

Las carreteras ourensanas se cobraron 14 vidas en otros tantos siniestros mortales a 24 horas: 11 en vías interurbanas y tres considerados urbanos (dos en la ciudad y uno en Verín). Seis de las víctimas eran peatones. El análisis de estos atropellos mortales revela un perfil definido: el 100% de los viandantes fallecidos eran personas de edad avanzada, entre los 78 y los 89 años.

Tres de las víctimas mortales de este 2025 conducían motocicletas de alta cilindrada o un quad. En este grupo de ocupantes, las causas principales de los siniestros mortales, en su mayoría salidas de vía, son la “conducción distraída o desatenta” y la “velocidad inadecuada”.