Juzgados por apalizar a varios caballos en Avión: uno de ellos falleció

Maltrato animal

La testigo aseguró que los atacantes usaron mucha violencia y que quedó sangre en suelo y paredes

Los tres acusados comparecen ante la jueza del Penal 2.
Los tres acusados comparecen ante la jueza del Penal 2.

Una mujer estaba en casa de sus padres en Avión cuando de repente vio como cuatro personas, uno de ellos joven, apaleaban a varios caballos -duda si eran cuatro o cinco- e intentando meterlos en una especie de transportín. Uno de los equinos falleció solo nueve días después. Así lo declaró ayer una mujer en el Penal 2, quien matizó posteriormente que solo dos de ellos estaban apaleando a los animales, que el tercero no usaba palos, pero los golpeó con las manos y que al menor no lo vio prácticamente hacer nada.

Los hechos ocurrieron, según la testigo, en el interior de un colegio de la localidad durante el mediodía del 2 de diciembre de 2018 y uno de los caballos acabó falleciendo nueve días después. Casi siete años después, se juzgó ayer este suceso en el Penal 2 de Ourense. En el banquillo de los acusados se sentaron tres hombres: Roberto P.D. Gonzalo P.M. y José T.C.. Todos ellos se acogieron ayer a su derecho a no declarar. Otro más, menor de edad en el momento de los hechos, ya fue con anterioridad juzgado y penado por el Juzgado de Menores, cuya sentencia lo condena por ser cómplice de un delito de maltrato animal después de que este reconociese los hechos.

La testigo no pudo identificar a los tres acusados como las personas que vio maltratar a los caballos. Unos hechos que duraron alrededor de 15 minutos. Ella se encaró con ellos y le pidió que parasen y llamó a la Guardia Civil. “Les dije que si eran suyos no era la forma de llevárselos, emplearon mucha violencia”, explicó. Finalmente, los cuatro hombres se marcharon, indicó, llevándose con ellos a uno de los equinos. “Dejaron al resto de animales malheridos”, aseguró. “La sangre que quedó por las paredes, el suelo y la alambrada tardó varias veces en conseguir ser lavada”, añadió.

¿Eran salvajes?

El debate se centró en si los animales atacados eran o no salvajes. Esto es fundamental en este caso, ya que tras la modificación en 2023 de la ley ahora castiga el maltrato a cualquier animal vertebrado, sin distinguir si es doméstico o salvaje ni si está en cautividad o en libertad. Sin embargo, en el momento de los hechos, en 2018, había otra redacción del código penal en vigor que solo sancionaba el maltrato a los domésticos, amansados o que temporal o permanentemente viviesen bajo control humano.

Por ello, muchas de las preguntas de la acusación y las abogadas de la defensa fueron dirigidas a dilucidar si los caballos eran o no salvajes. La citada testigo afirmó que en la zona hay caballos salvajes y que no sabe de quiénes eran los que fueron atacados. Fue más allá uno de los profesionales de los servicios de emergencias que intervino, quien aseguró que en este caso la impresión es que eran salvajes. Ninguno de los testigos aseguró conocer quién es, en caso de haberlo, el propietario de los caballos. Un agente de la Guardia Civil explicó que en grandes ocasiones sí que tienen propietarios, que tienen a los animales sin identificar y libremente por los montes.

Por otra parte, también se debatió la causalidad entre la agresión y la muerte de uno de los caballos. Una veterinaria explicó que al llegar al lugar vio a tres animales, uno de ellos tirado debajo de unos árboles. Este último tenía importantes lesiones, especialmente en la zona de la boca que le impedían alimentarse. Al intentar aproximarse a él, el caballo huía, por lo que lo dejaron bajo custodia del Concello de Avión. Finalmente, murió nueve días después, según la veterinaria, como consecuencia de las lesiones. “No podía comer, no era incompatible con la vida si alguien hubiese podido acercarse a él y alimentarlo artificialmente, pero era un animal mostrenco al que no se puede acceder tan fácilmente”, aseguró.

CONCLUSIONES

Las defensas pidieron la absolución de sus clientes argumentando que las víctimas eran animales salvajes. Además, aseguraron que tampoco se pudo demostrar que las personas que cometieron este acto fueran sus clientes ni que el equino muriese a causa del ataque.

Por su parte el fiscal, Miguel Ruiz, aseguró que no eran animales salvajes, sino mostrencos. En esta línea, defendió que tenían dueño y que los acusados, que tenían una explotación agraria, los habían comprado e iban a recogerlos. “Venían a adquirirlos y si los adquieres es porque se los has comprado a alguien, su titular”, indicó. En este sentido, solicita 14 meses de prisión para los acusados y la inhabilitación para cualquier oficio relacionado con animales durante 3 años.

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