Pablo Sabucedo historiador ourensano: “únicamente puedes cambiar el mundo si comienzas por tu parroquia”

ENTREVISTA

Un historiador ourensano rescata la vida y obra del clérigo renacentista Bartolomé García de Bahamonde y su influencia en el Ribeiro del siglo XVI

Pablo Sabucedo muestra la portada del libro.
Pablo Sabucedo muestra la portada del libro. | La Región

Pablo Sabucedo Santos es un historiador ourensano de 33 años. Su libro Bartolomé García de Bahamonde, un fidalgo e crego ilustrado no Ribeiro do século XVI (2024) se ha convertido en un fenómeno para los habitantes de Toén: en esas páginas les ha devuelto una parte de su historia que permanecía oculta.

  • Nombre: Pablo Sabucedo Santos
  • Año de nacimiento: 1992
  • Estudios: Geografía e Historia. Universidad de Vigo, Campus Ourense
  • Activismo: Auxiliar en excavaciones arqueológicas.
  • Otras obras: El brazalete áureo de Toén

Pregunta.¿Qué le llevó a la escritura de su libro?

Respuesta.Debo aclarar ante todo, que no soy de oriundo de Mugares, aunque la iglesia la conozco de toda vida. No obstante, tengo amistad con varios vecinos de la zona que estaban preocupados por el pésimo estado de conservación de un retablo, que no es obra de García de Bahamonde, sino de principios del siglo XVII. Empecé a estudiarlo, y durante ese trayecto investigativo, comenzó a emerger la singularísima de Bartolomé, de la que ya tenía cierta noción tras haber leído El Pintor de Banga de José Manuel García Iglesias, entonces vi que García Iglesias, que es un experto en pintura no había ahondado en la figura, en su dimensión humana. Mi intuición me dijo:”Aquí hay un relato. Vamos a estudiarlo en profundidad”.

P.¿Cómo fue el proceso de investigación?

R.Apasionante. Lo primero que encontré fue el testamento de Bartolomé García de Bahamonde. Y un testamento, como sabemos, es una especie de resumen vital involuntario del cual se desprende mucha información; como si se tratase de afluentes de un mismo río que se bifurcan para completarlo más adelante. Fue como armar un rompecabezas en el que poco a poco fui viendo la coherencia del hombre con su contexto, es la historia vista desde dentro, desde una perspectiva única que permite reconstruir no solo una vida, si no la historia de una mentalidad colectiva.

Sabucedo apuesta por el potencial de la microhistoria como depósito de relatos trascendentales para el devenir comunitario

P.¿Cuál es el aporte historiográfico del libro?

R.Es un libro que vertebra y da sentido a todo un mosaico de información fragmentaria. A partir del análisis de las redes de poder familiar de los García Bahamonde y los Puga, dos clanes poderosísimos de la época en la comarca del Ribeiro, se explican los conflictos y retos que le tocó afrontar al clérigo Bartolomé una vez que regresó de cursar Teología en la Universidad de Salamanca, hacia 1547.

R.El análisis contextual detalla los enfrentamientos de las distintas órdenes religiosas por el poder eclesiástico en el Ourense de mediados del siglo XVI. Y sobre todo, ilustra los mecanismos de exclusión y censura para un hombre que se atrevió a algo impensable: fundar una parroquia con su propia fortuna, y por tanto, a su imagen y semejanza.

R.Todo esto permite entender las circunstancias vitales del visionario del renacimiento gallego que apostó incluso por la formación de personas capaces de continuar con su obra, tal y como lo atestigua su papelería personal.

P.¿Cuál es el rol del historiador en un mundo regido por la dictadura de lo instantáneo?

R.Conectar a la gente con su esencia, con esos valores de los orígenes que permiten llevar una vida más plena y feliz. Demostrar que el pasado explica el presente, y que la Historia, lejos de ser una disciplina anquilosada, si se estudia bien, permite predecir el porvenir; que no hay crítica ni gratitud efectivas sin memoria; que no hacemos nada con recitar cronologías de la Segunda Guerra Mundial, si no sabemos de dónde viene todo lo que hoy secretamente nos constituye.

P.Más de 400 años después, ¿qué nos enseña la figura de García de Bahamonde?

R.Esta cuestión -hoy tan de moda- de regresar al campo, de posponer las luchas estériles y las batallas, fue un estilo de vida que García de Bahamonde practicó en carne propia. De él me queda clara la lección de que solo puedes cambiar el mundo si comienzas por tu parroquia, con actos que, aunque mínimos e invisibles, pueden hacer la diferencia de un modo extraordinario.

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