Peluquerías caninas con lista de espera

cuidado de animales

El aumento de mascotas en Ourense se traduce en una mayor concienciación con el cuidado de los animales, impulsando así negocios como las peluquerías caninas de la ciudad, que ya tienen las agendas completas a un mes vista.

Inma, David y Eva, equipo de la peluquería canina Guedellas.
Inma, David y Eva, equipo de la peluquería canina Guedellas. | Alba Peña.

Lo que en algún momento fue considerado como un lujo, es ya una realidad instaurada en Ourense. El bum de las mascotas se traduce en un auge en los negocios vinculados al cuidado animal, gracias a una mayor responsabilidad a la hora de acoger un perro o un gato. Las peluquerías caninas han experimentado un crecimiento muy significativo en los últimos años y se han consolidado como un bien necesario para cientos de animales. Aunque también aceptan gatos, los clientes habituales de estos locales suelen ser perros que requieren un cuidado especial en su pelaje y que, por ello, han pasado a entender y concebir la peluquería canina como una “necesidad”. Así lo defienden los negocios que, en la ciudad, contribuyen al bienestar animal a golpe de cepillo y tijera.

Aroa, de Mi Mascota Barrocás, con uno de sus clientes.
Aroa, de Mi Mascota Barrocás, con uno de sus clientes. | IAGO CORTÓN.

“Desde la pandemia son muchas más las personas que traen a sus perros a la peluquería”, apunta Inma Agromayor, trabajadora de Guedellas, uno de los establecimientos ourensanos que ya no puede ofrecer una cita hasta, mínimo, el mes de junio. Lo mismo sucede en Mi Mascota Barrocás, otro de los locales que se encuentra en la misma situación, con las agendas completas a un mes vista. Para Aroa Rodríguez, los próximos meses, así como los periodos vacacionales, son los “más demandantes”, puesto que con la llegada del calor, aumentan los dueños que quieren acicalar a sus peludos. La peluquería se convierte en una cita anual que, para sus clientes habituales, suele estar concertada con mucho tiempo de antelación.

Según los propios profesionales, son la falta de responsabilidad y la despreocupación en los humanos, las que hacen que los animales acudan a la peluquería en un estado preocupante. Nudos y enredos que se dan, sobre todo, en razas más grandes y con mucho pelaje, como los perros de agua, que son los clientes más asiduos de la peluquería. Aunque en alguna ocasión las peticiones de los dueños parten de un interés estético, desde ambos establecimientos lo tienen claro: la prioridad es el bienestar animal. “Lo primero es que el perro esté bien, atendiendo a sus necesidades. Y después ya atender también a las preferencias del dueño, que también es compatible”, apunta Agromayor, quien ve como un logro que su trabajo sea por fin valorado como lo que es: un paso más en el cuidado de las mascotas.

Contenido patrocinado

stats