Piden prisión para los instaladores de un ascensor en el que murió un verinense

SOLICITAN 4 AÑOS DE CÁRCEL

Juzgan la muerte de un hombre que cayó al hueco del ascensor. La acusada, a la que piden cuatro años de cárcel, defiende que se trataba de un montacargas

Publicado: 25 abr 2025 - 04:55 Actualizado: 25 abr 2025 - 16:24

Los acusados, este jueves en el banquillo del Penal 1 de Ourense.
Los acusados, este jueves en el banquillo del Penal 1 de Ourense.

La tarde del 26 de noviembre de 2020 un hombre se precipitó en Pazos (Verín) por el hueco de un elevador que tenía instalado en su vivienda al abrirse la puerta del mismo sin que se encontrase la cabina en la planta correspondiente. Meses después, falleció. Este jueves, más de cuatro años después, se sentaron en el banquillo del Penal 1 el fundador y la administradora de la empresa que instaló la estructura.

Durante la hora y media que duró el juicio, el debate se centró en dilucidar si lo que colocó la empresa en la vivienda del perjudicado fue un ascensor o un montacargas, una cuestión fundamental para las posibles responsabilidades que puedan derivar de lo sucedido.

La mujer del perjudicado explicó que ella y su marido decidieron instalar un ascensor porque él sufría mucho de las rodillas. “Le dio un trombo y cuando lo vi bajar las escaleras se asustó”, recordó. Por ello, según explicó, acudió a la misma empresa que había instalado elevadores para otro vecino. Apenas dos meses después de que estuviese operativo, fue cuando se produjo la caída. Preguntada por si en realidad era un montacargas, la testigo lo negó. “No era un ascensor como el que acabo de coger aquí (en los juzgados), pero para mí era un ascensor”, incidió.

En la misma línea se manifestó el hijo del matrimonio. “Contrató un ascensor, no un montacargas”, aseguró al tiempo que resaltó que a él sí que le parecía un ascensor normal.

Opinión del perito

En el juicio también compareció un hombre que trabaja como inspector de control de calidad y que examinó el elevador. En su opinión la instalación era un ascensor “en toda regla”. Para argumentar esta posición, comentó que podía ir más de una persona de pie y que tenía un panel de control en el interior, lo que indica que es para personas.

Pese a que dio una definición muy exacta de lo que es un ascensor, a preguntas del fiscal, Miguel Ruiz, no supo dar una definición de montacargas. “Yo sé la de ascensor, (…) un montacargas es un montacargas”, afirmó.

Además, el perito aseguró que el elevador no estaba registrado en Industria y que tampoco cumplía la normativa y, en caso de haberlo hecho, no se hubiese producido el accidente. También indicó que no tenía la correspondiente comunicación con el exterior por si alguien tiene algún problema ni tampoco la placa en la que se detalla la capacidad y el peso que soporta.

El relato de la familia del perjudicado fue opuesto al de la administradora de la empresa, Dolores C.D. “Siempre hablamos con él de un montacargas, nunca de un ascensor porque no estábamos autorizados”, aseguró. En este sentido, contó que el perjudicado lo quería para subir peso como bombonas o leña y pagó por él 11.000 euros. Además, negó que fuera su empresa la que instaló los botones dentro de la estructura y que hicieran el ensamblaje eléctrico. “Él sabía que no podía subir, no tenemos culpa, salimos llorando cuando nos enteramos de lo que había pasado”, añadió.

En su derecho a la última palabra, aseguró que sentía mucho lo que había pasado, que estaba muy disgustado por ello, pero que son inocentes. “Si él llega a estar presente no nos trae hasta aquí”, añadió. Por su parte, el otro acusado, José Luis S.C., se acogió a su derecho a no declarar. “No quiero declarar”, aseguró entre lágrimas.

El hombre que se cayó por el hueco del elevador murió apenas siete meses después del incidente. El experto en antropología forense Fernando Serrulla explicó en el juicio que existía un nexo de causalidad entre el accidente y el fallecimiento. Según comentó, la caída le produjo un grave traumatismo cranoencefálico.

Peticiones

Tanto la defensa como la acusación pública interesaron en este caso la absolución de los acusados. El fiscal, Miguel Ruiz, aseguró en sus conclusiones que lo que tenía instalado el perjudicado en su vivienda no era un ascensor. En la misma línea se manifestó el abogado de los acusados, quien entre sus argumentos recordó que el albarán contenía la expresión montacargas.

Por su parte, la acusación particular solicitó para los acusados cuatro años de prisión por homicidio por imprudencia grave.

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