El Teatro Principal de Ourense, un símbolo que estuvo en peligro

En una ciudad de Ourense en la que la vida cultural se mantiene viva gracias al esfuerzo de unos pocos, el Teatro Principal es un claro ejemplo de resistencia. Situado en el corazón del casco vello, desde hace casi 200 años es uno de los grandes testigos de la historia de Ourense. Aunque hace 50 años también estuvo en riesgo de desaparecer.

Son pocos los ourensanos que conocen todo lo que supuso salvar al que hoy debería considerarse un tesoro. En el año 1975, cuando muchos edificios nobles empezaron a ser transformados sin respetar las obras originales, condicionados por el negocio inmobiliario, los propietarios del Principal vieron on buenos ojos venderlo a algún constructor dispuesto a tirarlo abajo para levantar en su lugar otro edificio que nada especial tenía que ofrecer a Ourense.

Un “capricho”

Lo cierto, es que la historia del teatro es curiosa desde el principio. Según cuentan, el liberal Santiago Sáez tenía problemas para entrar en otros lugares donde entonces se exponían obras de teatro y actos culturales. Esa prohibición lo impulsó a construir un teatro en el que tanto él como su familia tendrían siempre un palco libre para poder dejar constancia de su poder económico y mostrarle a sus detractores que se habían equivocado con su ideología.

En sus primeros años, el Teatro Principal acogió espectáculos de compañías de teatro y zarzuela, conciertos de coros, conferencias y demás actos culturales y de divertimento, que, por aquel entonces, aún no eran tan comunes como lo fueron años más tarde. Durante décadas acogió numerosos actos festivos que permitieron que Ourense gozase de una extraordinaria vida cultural. En el recitó versos Zorrilla, habló Marcelo Macías, se celebraron Juegos Florares, entre otras muchas cosas.

En 1915 sufrió su primera gran reforma. En el mismo escenario en el que hasta entonces se habían visto obras y actuaciones, se instaló una pantalla de cine, que se inauguró el 1 de noviembre con la proyección de la película “Viva el rey”. Desde entonces, el Principal empezó a ofrecer más contenidos cinematográficos y no tanto las artes escénicas propias de un teatro. Los precios por sesión eran de cuarenta céntimos, cuatro “cás” la butaca, y cuatro “perras” la entrada de general.

Con todo, el 31 de marzo de 1975 cerró definitivamente con al proyección de “El retorno de Clint el solitario”. Los dueños querían aprovechar el “bom” inmobiliario y deshacerse del Principal.

Adepende

Alertados ante tal situación, un grupo de ourensanos realicionados con el mundo de la cultura unieron sus fuerzas para evitar la destrucción de este simbolo del “Ourense Perdurable”. El grupo estaba liderado por el pintor Pepe Conde Corbal, el cineasta Eloy Lozano Coello, el arquitecto Santiago Seara Morales, el profesor José Paz y la periodista Maribel Outeiriño. Se hicieron llamar “Grupo Adepende” y su lema fue “Trátase de salvar o Principal”.

Pusieron en valor el significado que el Teatro tenía para la ciudad, con la ayuda de toda una voz autorizada como la de don Ramón Otero Pedrayo. “Este teatro tiene tanto valor para Ourense como una iglesia románica, de las que hay muchas por todas partes, pero un teatro como este no lo hay”, así lo resaltó siendo “el vecino más antiguo de la calle de la Paz” (así lo apuntó él mismo en la entrevista que concendió a La Región para hablar del asunto).

El Colegio de Arquitectos de Ourense, con Carlos Estévez a la cabeza, ayudó económicamente para poder organizar una “Mostra Fotográfica” alrededor del Teatro, que fue diseñada por el “Grupo Adepende” e inaugurada en enero de 1977 en el Liceo. A raíz de la sensibilización que provocó esta y otras acciones, la Diputación de Ourense, entonces presidida por Victorino Núñez, adquirió el Teatro Principal.

Figuras clave

La historia del Teatro Principal está marcada con fechas y nombres propios. Ramón Otero Pedrayo fue de los primeros en pedir que el Teatro fuera salvado, a través del “Grupo Adepende”, quienes trabajaron día y noche para movilizar a una sociedad a la que le iba a quitar una parte importante de su identidad. Las instituciones jugaron entonces un papel clave.

Por su parte, Victorino Núñez, entonces presidente de la Diputación, se hizo con el edificio que estaba condenado a desaparecer, aunque fue Jose Luis Baltar el que lo inauguró como presidente provincial. Barata Quintas, conselleiro de Cultura ourensano, impulsó y subvencionó las obras para devolverle su explendor al Teatro Principal, convencido de la importancia que tendría este edificio para Ourense a lo largo de su historia. “Estou convencido de que o Principal será algo moi importante para a cidade”, aseguró Barata.

La restauración definitiva se emprendió con gran esfuerzo y sin la colaboración de otras instituciones ourensanas, siendo un proyecto enteramente asumido por la entidad provincial. El arquitecto Emilio Fonseca Moretón estuvo al frente, tomando la decisión de no conservar el diseño original del techo y decorados de Parada Juste. En su lugar, encomendó el nuevo diseño al artista Xaime Quessada.

"Escenario da vida”

En 1990, el Teatro Principal fue inaugurado tal como hoy se conoce, con el primer lleno de su nueva etapa. Manuel Fraga, entonces presidente de la Xunta de Galicia, presidió la reapertura. “Foi testemuña a través da vida e pulso da cidade escenario da vida colectiva, cultural e política dos seus habitantes”, destacó.

La Coral de Ruada, otra de las joyas que tiene la cultura ourensana, actuó ese día tan especial. No era la primera vez que se subían al escenario del Principal, y por suerte tampoco la última.

Actualidad

El Teatro Principal de Ourense es, en la actualidad, mucho más que un edificio histórico; es el eje central de la dinamización cultural de la ciudad. Tras ser salvado de la demolición hace décadas, este espacio ha resurgido como la principal plataforma escénica de la provincia, esencial para la vida social y artística de Ourense. Ofrece una cartelera continua y de alta calidad que incluye teatro, danza y música, garantizando el acceso a las últimas producciones nacionales y gallegas. Viene de presentar su programación para el primer semestre del 2026, con una treintena de obras previstas que prometen mantener el Principal como un lugar de referencia cultural.